Editorial Alaire

Orden remendada (Poema del siglo XV en cuaderna vía)



Don Gil, el arzobispo, tuvo necesidad
de encontrar cura casto y de mucha bondad,
aguerrido y valiente, mas de mucha piedad,
muy firme en la palabra y aún más en la verdad.

Mal consejo le dieron pues envió a buscar
a este pobre canónigo, maestro en el pecar,
más amigo de letras, de holgar y de yantar,
que de cumplir encargos que no sabría acabar.

Mandome el arzobispo que aína habría de ir
por ciudades y villas que no quiero decir,
y a los curas y frailes de las mismas reunir
y leerles a todos lo que él iba a escribir.

Y allí mismo escribió una carta tamaña,
bermejas sus mejillas de cólera y de saña,
y en escribirla puso tal empeño y tal maña
que creí que era preso de una locura extraña.

Antes de mi partida, llegué de buena gana
a departir un rato con la mi barragana,
pues, antes de un viaje, tuve por cosa sana
gozar de la compaña de mujer bien lozana.

Le hablé de aquella carta, pidiome la leyera,
y la carta decía, en palabra ligera,
que “todo cura o fraile que manceba tuviera
habría de abandonarla o excomulgado fuera”.

Dolientes nos quedamos, muy tristes y callados,
porque en lo escrito vimos, con ojos espantados,
que allí nosotros mismos éramos condenados
al ser nuestros amores públicos y probados.

Conocía mi manceba a un monje de un convento
que escribía grandes códices y enmendaba con tiento
los yerros que otros monjes, escasos de talento,
hubieran cometido sin buen comedimiento.

Llevó la carta al monje, que, al leerla, quedó
blanco como la nieve, pues él también halló
espantosa y muy cruel la ordenanza que vio,
porque había barragana a la que siempre amó.

Pidió la mi manceba al monje que enmendara
parte de aquella carta, que Dios nunca aprobara,
y así la orden que luego a las villas llegara
fuera de mayor gracia que la que allí se hallara,

y también esos otros que no estaban nombrados
pudieran verse libres y no estar acuitados,
y vivir sus jornadas sin ser atormentados
creyendo ser culpables de vicios y pecados.

Así lo hizo el buen monje y la carta estudió
y donde se decía “abandonarla”, vio
que aquello era un gran yerro, pero él lo enmendó
y por otra más sabia tal palabra cambió.

Con la carta enmendada, por La Mancha me fui
y a los curas y frailes en cabildos reuní
y la orden escrita a todos les leí,
y al leerla, por todos muy loado me vi.

La orden que por fin a todos les leyera
decía con palabra muy bella y placentera
que “todo cura o fraile que manceba tuviera
habría de mantenerla o excomulgado fuera”.

Enterado don Gil de la grande alegría
con que fuese acogida entre la clerecía
la excomunión a todo el que manceba había,
mandome traer la carta, que leerla él quería.

Y en leída, esto dijo: “Dios Padre guió mi mano
y, pues Él así quiso darle goce al cristiano
y, pues Él siempre ordena lo provechoso y sano,
que tener barragana sea yerro muy liviano,

pero que quien la tenga, cual aquí se ha ordenado,
bien guiada mi mano por Dios, mi Padre amado,
que le de buen yantar, y vestido y cuidado,
y quien así no hiciera, que fuera excomulgado”.

Y durante algún tiempo, cualquiera fraile o cura
pudo gozar manceba sin traba ni amargura;
hasta que el Papa supo de esta dislocadura
y, con tajante edicto , todo metió en cintura.

Me alegra llegar la primera en decir lo agradable, divertido y logrado poema, amén de la calidad que demuestran tus versos. Felicidades, y gracias por este rato tan grato.
Abrazos
Pilar

No había leído muchos poemas en cuaderna vía. Aquí demuestras una vez más tu maestría con esta historia tan bien versada con la que no he podido por menos que sonreír. Es difícil escribir con tal brillantez a semejanza de los clásicos. Mi felicitación sincera y un abrazo.

Qué bien suena la cuaderna vía con esa permanente rima en los tetrastofos de alejandrinos puros.
Ya sé que no necesitas apoyo y menos el mío, pero me pudo la tentación.


Qué bien apuntalaba la voz de la poesía
con verso alejandrino como cuaderna vía
rimada en consonante y con la algarabía
que ya en el siglo XIII el verso prometía.

Con sus dos hemistiquios la monorrima estrofa
con el poeta siente y con él filosofa
en su mente la inspira y con ella apostrofa
esté de tolerancia o predomine mofa.

Un canto poderoso de plena cortesía
tendrán los arrabales que quieran alegría.
así lo hiciera el vate y así lo repetía
con voces medievales Mester de Clerecía

La cantaría cualquier ciego experto y sabio en el decir con gracia acompañado por un violín. Un gran gozo de lectura, amigo Jerónimo. Gracias por el momentazo.
Un abrazo

Pilar Morte escribió:Me alegra llegar la primera en decir lo agradable, divertido y logrado poema, amén de la calidad que demuestran tus versos. Felicidades, y gracias por este rato tan grato.
Abrazos
Pilar

Y a mí también me alegra verte llegar la primera a estos versillos míos que tú alabas con explicable exageración debida a tu amistad. Sí: eres muy buena amiga y te agradezco mucho que hayas depositado también en mí ese afecto.
Besos.
Jerónimo

Ramón Carballal escribió:No había leído muchos poemas en cuaderna vía. Aquí demuestras una vez más tu maestría con esta historia tan bien versada con la que no he podido por menos que sonreír. Es difícil escribir con tal brillantez a semejanza de los clásicos. Mi felicitación sincera y un abrazo.

Gracias, Ramón. Leer en tetrástrofos monorrimos es verdaderamente cansado para los poetas actuales. Si he podido sacar de ti el interés y la sonrisa, ya puedo darme por bien satisfecho.
Abrazos.
Jerónimo

[quote="Jerónimo Muñoz"]

Me encanta Jerónimo, estos poemas son tan inteligentes que atrapan desde el primer verso..
Lo he disfrutado mucho.
Gracias y un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Qué bien suena la cuaderna vía con esa permanente rima en los tetrastofos de alejandrinos puros.
Ya sé que no necesitas apoyo y menos el mío, pero me pudo la tentación.


Qué bien apuntalaba la voz de la poesía
con verso alejandrino como cuaderna vía
rimada en consonante y con la algarabía
que ya en el siglo XIII el verso prometía.

Con sus dos hemistiquios la monorrima estrofa
con el poeta siente y con él filosofa
en su mente la inspira y con ella apostrofa
esté de tolerancia o predomine mofa.

Un canto poderoso de plena cortesía
tendrán los arrabales que quieran alegría.
así lo hiciera el vate y así lo repetía
con voces medievales Mester de Clerecía

Te contradigo, Guillermo: sí necesito apoyos. Es muy triste la vida del solitario y más la del que no quiere serlo. Tus tres estrofas, que veo que has escrito con soltura a vuelapluma, hablan de tu gran capacidad para abordar este arte de la poesía que trasciende la ciencia.
Muchas gracias y un abrazo.
Jerónimo

Interesante y de una expresión increíblemente buena.
No cabe duda que leer poemas así, enriquece al lector de poesía
Un inmenso placer leerte.
Abrazos, Jerónimo

Qué grande, pero qué grande; la maestría y la soltura te delatan como un poeta eterno, un poeta que lleva muchas vidas en el arte de las letras magnas.

Reverencias y ovación; gracias miles por esta preciosura.

Abrazos, querido amigo.

Guillermo Cuesta escribió:Qué bien suena la cuaderna vía con esa permanente rima en los tetrastofos de alejandrinos puros.
Ya sé que no necesitas apoyo y menos el mío, pero me pudo la tentación.


Qué bien apuntalaba la voz de la poesía
con verso alejandrino como cuaderna vía
rimada en consonante y con la algarabía
que ya en el siglo XIII el verso prometía.

Con sus dos hemistiquios la monorrima estrofa
con el poeta siente y con él filosofa
en su mente la inspira y con ella apostrofa
esté de tolerancia o predomine mofa.

Un canto poderoso de plena cortesía
tendrán los arrabales que quieran alegría.
así lo hiciera el vate y así lo repetía
con voces medievales Mester de Clerecía

Guillermo, tu talento es impresionante y tu poeta también.

Abrazos,

Me ha gustado mucho, Jerónimo. Un poema que aúna diversión y buen hacer. Da gusto pasar un buen rato leyendo cosas así.

Te dejo un fuerte abrazo.

Jerónimo,

me parece un ejercicio de gran talento y dificultad, amigo, del que has salido más que airoso. En paralelo al portentoso despliegue técnico, el conjunto desprende un aire de clásica ironía que le da un encanto muy especial.

Me gusta mucho.
Un abrazo.

Eres un lujo para estos foros, amigo Jerónimo. Poemas como estos te dan el marchamo, por lo menos para mí, de este calificativo. El estilo, la ironía, la historia, la técnica... Todo esto y más hacen de esta obra, algo como para sacarse el sombrero.

Un fuerte abrazo, querido amigo.