La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
J. J. M. Ferreiro escribió:Quizá la pintura también podía expresar todo el contenido sensible de la escena, pero a mí, personalmente me gusta más la palabra —si se utiliza como la maestría aquí evidenciada—por esa minuciosidad significativa de cada uno de los elementos de este del instante y por el sonido precioso que acompaña a lo nombrado.
Para degustar con godello, sin duda alguna.
A su salud, maestro.
Amigo Ferreiro, me gusta la pintura e incluso intenté hacer mis pinitos en ella, pero me he tenido que conformar con la palabra. Abrazo grande y marinero.
Salud.
Armilo Brotón escribió:Muy hermosa esta obra Julio. No sé si estoy viendo un cuadro o leyendo un poema. Incluso me llega el olor espeso que desprenden esos lugares mezcla de tiempo y materia prima, de fuego y sudor.
Un abrazo
Es probable que veas un cuadro (aunque la pintura también es poesía escrita con colores y formas) porque cuando lo fui escribiendo estaba imaginando la estampa que recordaba de niño unida a las sensaciones del momento. Gracias y abrazo.
Salud.
Guillermo Cuesta escribió:
Toda una descriptiva sensación de autos y desautos en la que participan con ingenio la palabra persuasiva y el simpático arte del verso
con la inspiración rondando.
un abrazo
Un abrazo desde los versos de este poema costumbrista, Guillermo.
Salud.
Marius Gabureanu escribió:
Me ha encantado el poema, estimado amigo, me ha transportado al lugar que evocas, y de todos los detalles lo que más me ha llamado la atención es el perro que, ya acostumbrado a los ruidos del martillo, permanece como ausente, es como una estampa del destino. Recibe mis abrazos y felicitaciones.
El perro es el protagonista del poema compartiendo con resignación el destino de sus amos. Gracias y abrazo.
Salud.
Julio Gonzalez Alonso escribió:
[tab=30]Sobre el suelo de tierra del soportal
[tab=30]cada mañana coloca el hojalatero su banqueta,
Qué maravillosa imagen, amigo Julio, versos precisos para hacer que la imagen surja ante nuestros ojos.
Felicidades por esta belleza.
Me has hecho recordar las visitas al herrero con nuestros hijos pequeños, entrar en aquella estancia, negruzca y calurosa, donde la fragua nunca se apagaba y el fuelle gigante hacía su trabajo cuando el fuego hacía amago de ceder, ver a aquel hombre, menudo y fuerte, oscuro como la misma estancia, dar forma a los cencerros que le encargaban los ganaderos de los pueblos cercanos para sus vacas. Nos parecía un milagro y salíamos con la emoción de que nuestros hijos tuvieran la suerte de poder ver aquellas cosas que, en Madrid, era imposible imaginar.
Gracias por la evocación.
Un abrazo.
Se ve, Marisa, que hemos vivido experiencias muy similares, aunque yo las viví intensamente siendo niño y las herrerías ya desaparecieron hace tiempo. Gracias por tu cercanía. Con un abrazo.
Salud.
José Manuel F. Febles escribió:
Querido Julio, con este poema costumbrista, demuestras una vez más, que eres un gran poeta. Una estampa que no me deja el corazón vacío. Un remate al poema, sinceramente precioso, poético, como debe ser.
Un gran abrazo con mis felicitaciones, querido amigo
José Manuel F. Febles, desde mi isla-
Es un tributo debido a aquellos tiempos de infancia, amigo José Manuel. Gracias por tus felicitaciones. Con un abrazo hasta tu isla.
Salud.
"estirando el hocico al aire de los sueños
y royendo con el amo el hueso de la vida."
Qué maravilla, compañero, hermoso homenaje a los oficios,
al trabajador por cuatro perras y al compañero silencioso y noble.
La imagen del perro me parece sublime.
Mi abuela materna se ganaba unas pesetas
haciendo escobas de heno,
al lado de mi casa el tío Cristino reparaba sillas
y al final de las cuatro calles
la tía María la alcantareña, entre otros,te "apañaba" los huesos...
El hojalatero y el afilador venían de otros pueblos.
Un placer de lectura, Julio,un abrazo.
Esta mañana he nombrado a mi abuela en el café,
bueno, la verdad me acuerdo casi todos los días de ella,
Le dicía a mi compañero-amigo cuánta hambre pasaron. Se quedó viuda a los 30 con cuatro bebes,
No tenía nada, una casa que vendieron me imagino por "por cuatro perras gordas" , el sol , el día y la noche,
y el hambre, mucha hambre. No había más.
Gracias a dios salieron adelante dignamente.
Cuanto más mejoraban más avanzaba la ceguera de mi abuela,
de quedarse bordando por las noches debajo de una vela y una gotera sobre su cabeza.
Y varias goteras sóbre los plásticos que cubrían sus camas.
Increíble, no llegaron a ricos, pero tuvieron vidas dignas, Y pudieron conseguir cosas después de la miseria.
Cómo han avanzado las cosas en tan poco tiempo, aunque en muchas casas sigue habiendo goteras.
Aquí también, en España, aunque menos que en la India, por ejempo.
Un abrazo Julio, cuando hablo mucho es que me gusta lo que he leído.
Mi abuela era La Lola, y siempre siempre siempre, vivió rodeada de perros.
Me encantaba mi abuela. Me encanta lo que has escrito y transmitido.
MI madre tuvo un perro, muchos años después de morir mi abuela, y cuando le miraba a los ojos,
veía sus ojos.
Mi abuela, cuando se ponía su abrigo azul, y un vestido que se ponía muy poco, olía a cerrado .
Cada vez que vuelvo a encontrarme con ese color, me lo esnifo como si ella estuviera a mi lado.
Una que es así, un poco rara.
Y esta mañana estoy sensible, y encima he vuelto a ver un video de Malak, para qué queremos más.
Un abrazo alucinado.
Para mi epitafio: Antes hablaba más.
Antonia Mauro.
Es una bonita imagen que sostiene toda una vida, como ver un cuadro íntimo que de repente te transporta a otra forma de hacer las cosas, a otro ritmo de vida. Felicidades.