Editorial Alaire

(Perdonad si insisto)


-Tengo hambre…-
y su madre le mira con silencio de piedra.

Es la hora de digerir verdades…
de andar o parar porque el recorrido es el mismo,
de mirar o cerrar los ojos a la sombra.

-¿No dicen que hay suficiente,
que es extensible la mesa y cabemos todos?

-¿Por qué no nos dejáis entrar
a dejar sobre el anaquel el susurro que nos queda?.

La luz hace reflejo, nos borra el rostro;
han insonorizado las paredes de la tierra
y no se oyen las voces.

-Tengo hambre…-
y el padre siente el desvelo de la muerte,

¡Tanto tiempo he rezado
para que me protejan mis dioses,
y he encendido la luz del espíritu
pensando alumbrar la ruta del abrazo…!

Pero somos hombres,
no nos pidáis ser el dios concebido,
ese ángel que guarda sepulcros en el mar.

Sólo somos hombres,
y fueron hombres..
¿y seguiremos hombres…?

Así, minúsculos, como un abecedario caído.

Tus metáforas son verdaderamente impactantes. Haces poesía de todo lo que recibe la luz de tu mirada. El tema es desgarrador y el símil del último verso da la respuesta a la razón de tanta injusticia.
Hay un gran ingenio en tus versos que trascienden lo general para alcanzar las cumbres de la maestría.
Besos.
Jerónimo

Después de un tiempo fuera del Foro, por motivos personales, leo este poema tuyo. Con extensa sabiduría nos ofrece el mundo de todos los días, la vida diaria con sus circunstancias y rituales, mostrado en un escenario poético de auténtica maestría, presentándonos las injusticias, como el pan nuestro de cada día. Un final que da punto respondiendo a todo lo comentado en el mismo, sintetizando los estándares de los humanos.
Un excelente poema donde demuestras, cada vez más, la altura de tu poesía.

Un cordial abrazo

José Manuel F. Febles

[quote="Pilar Morte"]


Bellísimo poema Pilar.
Todas las mesas pueden ser extensibles y hacemos hueco o guardamos el sitio a quién recordamos y, aún sin estar, está entre nosotros, en nuestra frágil memoria de "hombres"
Felicidades por la enorme creatividad y por lo fácil que transmites sensaciones.
Besos.

Jerónimo Muñoz escribió:Tus metáforas son verdaderamente impactantes. Haces poesía de todo lo que recibe la luz de tu mirada. El tema es desgarrador y el símil del último verso da la respuesta a la razón de tanta injusticia.
Hay un gran ingenio en tus versos que trascienden lo general para alcanzar las cumbres de la maestría.
Besos.
Jerónimo

Recibirte ya es un premio,; leer tu comentario la gratificación plena. Me haces saborear más la poesía.
Gracias, querido amigo.
Besos
Pilar

Pilar Morte escribió:(Perdonad si insisto)


-Tengo hambre…-
y su madre le mira con silencio de piedra.

Es la hora de digerir verdades…
de andar o parar porque el recorrido es el mismo,
de mirar o cerrar los ojos a la sombra.

-¿No dicen que hay suficiente,
que es extensible la mesa y cabemos todos?

-¿Por qué no nos dejáis entrar
a dejar sobre el anaquel el susurro que nos queda?.

La luz hace reflejo, nos borra el rostro;
han insonorizado las paredes de la tierra
y no se oyen las voces.

-Tengo hambre…-
y el padre siente el desvelo de la muerte,

¡Tanto tiempo he rezado
para que me protejan mis dioses,
y he encendido la luz del espíritu
pensando alumbrar la ruta del abrazo…!

Pero somos hombres,
no nos pidáis ser el dios concebido,
ese ángel que guarda sepulcros en el mar.

Sólo somos hombres,
y fueron hombres..
¿y seguiremos hombres…?

Así, minúsculos, como un abecedario caído.

Qué enormidad, querida Pilar; excelente la forma, la fuerza, la dirección inequívoca del mensaje, el cierre.

Ovación cerrada y sin descanso.

Abrazos.

Un poema de gran fondo, expuesto con nitidez y bellas imágenes.
Un placer, Pilar, me ha encantado.
Un gran abrazo

José Manuel F. Febles escribió:Después de un tiempo fuera del Foro, por motivos personales, leo este poema tuyo. Con extensa sabiduría nos ofrece el mundo de todos los días, la vida diaria con sus circunstancias y rituales, mostrado en un escenario poético de auténtica maestría, presentándonos las injusticias, como el pan nuestro de cada día. Un final que da punto respondiendo a todo lo comentado en el mismo, sintetizando los estándares de los humanos.
Un excelente poema donde demuestras, cada vez más, la altura de tu poesía.

Un cordial abrazo

José Manuel F. Febles

Eres muy generoso al comentar el poema y te lo agradezco infinito.
Besos
Pilar

Yo también fui impactado por tus metáforas. Ciertamente, has abordado un tema social con un lenguaje de alta lírica, de verdadera poesía. Es de esta manera como el poeta debe encarar los temas mundanos, elevándolos a la categoría de revelación humanista. Tienes una gran maestría para caminar por el andarivel de lo genuino y no caer en la tentación de la queja política.

Te aplaudo y te abrazo.
Óscar

Mas cuando quede solo el alma ¿qué seremos? ¿La ciencia no confunde? ¿La inteligencia engaña?
Esbelta la inspiración haciendo compañía con su son profundo en el ambiente del poema y en mi como lector.

Un abrazo

Pilar Morte escribió:(Perdonad si insisto)


-Tengo hambre…-
y su madre le mira con silencio de piedra.

Es la hora de digerir verdades…
de andar o parar porque el recorrido es el mismo,
de mirar o cerrar los ojos a la sombra.

-¿No dicen que hay suficiente,
que es extensible la mesa y cabemos todos?

-¿Por qué no nos dejáis entrar
a dejar sobre el anaquel el susurro que nos queda?.

La luz hace reflejo, nos borra el rostro;
han insonorizado las paredes de la tierra
y no se oyen las voces.

-Tengo hambre…-
y el padre siente el desvelo de la muerte,

¡Tanto tiempo he rezado
para que me protejan mis dioses,
y he encendido la luz del espíritu
pensando alumbrar la ruta del abrazo…!

Pero somos hombres,
no nos pidáis ser el dios concebido,
ese ángel que guarda sepulcros en el mar.

Sólo somos hombres,
y fueron hombres..
¿y seguiremos hombres…?

Así, minúsculos, como un abecedario caído.

Un poema de gran sensibilidad y énfasis caritativo. Esa imagen de la mesa extensible es poderosa. Todo el poema posa la pregunta de la misericordia y de la compasión. El cierre es rotundo. Un fuerte abrazo, Pilar. ERA

La mesa a la que se sientan los hombres, el escenario de juego, donde ocurre la vida, con sus miserias, virtudes, alegrías y la esperanza, sobre todo la esperanza, plato de todos los días.

Un gran poema, que sigue subiendo el nivel de la autora.

Un bico, Pilariña

Marisa Peral escribió:

Pilar Morte escribió:

Bellísimo poema Pilar.
Todas las mesas pueden ser extensibles y hacemos hueco o guardamos el sitio a quién recordamos y, aún sin estar, está entre nosotros, en nuestra frágil memoria de "hombres"
Felicidades por la enorme creatividad y por lo fácil que transmites sensaciones.
Besos.

Gracias, querida amiga, por la compañía tan grata que has hecho a estos versos.
Abrazos
Pilar

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Pilar Morte escribió:(Perdonad si insisto)


-Tengo hambre…-
y su madre le mira con silencio de piedra.

Es la hora de digerir verdades…
de andar o parar porque el recorrido es el mismo,
de mirar o cerrar los ojos a la sombra.

-¿No dicen que hay suficiente,
que es extensible la mesa y cabemos todos?

-¿Por qué no nos dejáis entrar
a dejar sobre el anaquel el susurro que nos queda?.

La luz hace reflejo, nos borra el rostro;
han insonorizado las paredes de la tierra
y no se oyen las voces.

-Tengo hambre…-
y el padre siente el desvelo de la muerte,

¡Tanto tiempo he rezado
para que me protejan mis dioses,
y he encendido la luz del espíritu
pensando alumbrar la ruta del abrazo…!

Pero somos hombres,
no nos pidáis ser el dios concebido,
ese ángel que guarda sepulcros en el mar.

Sólo somos hombres,
y fueron hombres..
¿y seguiremos hombres…?

Así, minúsculos, como un abecedario caído.

Qué enormidad, querida Pilar; excelente la forma, la fuerza, la dirección inequívoca del mensaje, el cierre.

Ovación cerrada y sin descanso.

Abrazos.

Gracias por tu generosidad al comentar, querida amiga.
Besos
Pilar

Carmen Pla escribió:Un poema de gran fondo, expuesto con nitidez y bellas imágenes.
Un placer, Pilar, me ha encantado.
Un gran abrazo

Me alegra que te haya gustado el poema y me lo digas. Gracias por venir
Besos
Pilar