Editorial Alaire

Fedegabekoa

Fedegabeko gizona naiz. Jainkoari esker
ez dut sinesten
gizon-emakumeengan; gizon-emakumei esker
ez dut Jainkoagan sinesten.

Fedegabeko gizon batek es du balio
ez Jainkoaren egitasmoetarako
ez gizon-emakumeen planarako. Horregatik
ez dakite
zer egin. Horren ondorioz ez dakit
zer egin behar dudan. Honengatik
eta hargatik
toki batetik bestera ibiltzen dira
burhauste hau konpontzeko asmoz.

Ezin dut
haien kezka lasaitu.


El descreído

Soy un hombre sin fe. Gracias a Dios
no creo en los hombres; gracias a los hombres
no creo en Dios.

Un hombre sin fe no sirve
ni a los planes de Dios
ni a los planes de los hombres. Por eso
no saben qué hacer. A causa de ello
no sé qué debo hacer. Por esto
y por aquello
andan de un lado a otro
con la intención de arreglar este rompecabezas.

No puedo
calmar su preocupación.

González Alonso

Estimado Julio, me ha parecido un poema muy ingenioso , y me ha hecho sonreír por un buen rato. Lo considero excepcional, para la época en la que vivimos. Abrazos sinceros.

Es mejor mantenerlos ocupados y a los descreídos que nos dejen como estamos.
Me gustan estos juegos de palabras.
Salud.

¿Será que la fe no mueve montañas? Si el descreído creyera
¿por dónde iba usted a llevar este rompecabezas tan bien hilvanado?

un abrazo

Pd. Me da un mucho de vergüenza soltar un galimatías ¿en vasco?

Es una ingeniosa poesía de los opuestos que llega y se hace cargo de nuestro estado de ánimo. A mí me ha gustado mucho por el tema, por la construcción impecable, prolija, y porque has salido triunfante de la conceptualidad, un reto que hartas veces nos derrota, cuando sentimos que lo que dijimos no era lo que pretendíamos decir. En este caso, tal posibilidad no ha sucedido, sino todo lo contrario. Enhorabuena.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Bello e inteligente poema, dos genes perfectos para un poema. Me gustó mucho su lectura, la disfruté.

Abrazos y Salud, Julio.

Carmen

Marius Gabureanu escribió:Estimado Julio, me ha parecido un poema muy ingenioso , y me ha hecho sonreír por un buen rato. Lo considero excepcional, para la época en la que vivimos. Abrazos sinceros.

Amigo Marius, gracias por el regalo de tu sonrisa para este poema. Con un abrazo.
Salud.

Bravo Julio, pongamos en duda todo. El euskara es una bella metáfora de ello que tú has sabido explorar.

Un abrazo.

Concreta y afilada esta fina ironía de ese "anarquista" que te habita. Ese hombre con una educación tan completa que no necesita ni permite las imposciones de los demás hombres ni por supuesta la imposción de un dios inexistente. Es él y su propia vida, las que ejecutan sobre él mismo las imposiciones.


Todo un placer de lectura, joven viejo amigo.

Bueno, y otra cosa... yo ni he intentado leer la versión en euskera, porque no me entero de nada

Salute e godello a la gorxa.!!

Tigana Nelson escribió:Es mejor mantenerlos ocupados y a los descreídos que nos dejen como estamos.
Me gustan estos juegos de palabras.
Salud.

Un placer compartir actitudes ante hechos como el que trata el poema, y un placer recibir tus palabras, Tigana.
Salud.

Julio,

un crudo poema, querido amigo. Me gusta mucho. Me gusta la contundencia de los versos, el sentido descarnadamente humano que desprende, la dirección a la primera persona, que lo hace aun más contundente, la expresión de escepticismo militante, con un cierto toque de amargura.

Me quedo con la perfección, con la densidad, de estos encabalgamientos:

Soy un hombre sin fe. Gracias a Dios
no creo en los hombres; gracias a los hombres
no creo en Dios.

Un gran abrazo, maestro.

Julio Gonzalez Alonso escribió:Fedegabekoa

Fedegabeko gizona naiz. Jainkoari esker
ez dut sinesten
gizon-emakumeengan; gizon-emakumei esker
ez dut Jainkoagan sinesten.

Fedegabeko gizon batek es du balio
ez Jainkoaren egitasmoetarako
ez gizon-emakumeen planarako. Horregatik
ez dakite
zer egin. Horren ondorioz ez dakit
zer egin behar dudan. Honengatik
eta hargatik
toki batetik bestera ibiltzen dira
burhauste hau konpontzeko asmoz.

Ezin dut
haien kezka lasaitu.


El descreído

Soy un hombre sin fe. Gracias a Dios
no creo en los hombres; gracias a los hombres
no creo en Dios.

Un hombre sin fe no sirve
ni a los planes de Dios
ni a los planes de los hombres. Por eso
no saben qué hacer. A causa de ello
no sé qué debo hacer. Por esto
y por aquello
andan de un lado a otro
con la intención de arreglar este rompecabezas.

No puedo
calmar su preocupación.

González Alonso

Excelente poema, Julio. Abrazos, ERA

Bello e interesante trabajo de Julio.

Ya te comenté en Facebook e insisto que me parece un poema bien planteado y certero para los descreídos. Un placer
Abrazos
Pilar

Guillermo Cuesta escribió:¿Será que la fe no mueve montañas? Si el descreído creyera
¿por dónde iba usted a llevar este rompecabezas tan bien hilvanado?

un abrazo

Pd. Me da un mucho de vergüenza soltar un galimatías ¿en vasco?

Buenas preguntas, Guillermo. La crudeza de la soledad ante la vida y su finitud de los descreídos puede ayudar al miedo de los parapetados en la fe. Por decirlo de alguna manera, que nadie se me ofenda. Con un abrazo.
Salud.