¿Que si fuí antes creyente? Pues claro; sólo te diré que fui monaguillo de misa en latín y las cuestiones religiosas las vivía intensamente. Será por eso que nunca me atreví a hacer las chiquilladas típicas de los monaguillos, como beberle el vino al cura, je,je... Pero hubo un momento en la primera juventud en que me tropecé con un cura en una confesión en que lo obsceno de su conducta junto con otras dudas muy ligadas a las chicas y esas cosas, me alejaron de la iglesia. Luego vino el descubrimiento de la filosofía marxista, las teorías anarquistas, la clandestinidad y aquellas cosas que suenan ya tan lejanas que a mí me sirvieron para sentir la fuerza de actuar organizados, de la camaradería, el compromiso y todo lo demás que acabó de poner en jaque los pilares religiosos. El paso del tiempo, la edad, las experiencias, no vienen en auxilio de aquella fe primera. ¡Qué le vamos a hacer!jose manuel saiz escribió: Me ha encantado el juego de palabras de los versos iniciales. En realidad, me ha encantado el poema entero. Es ingenioso, divertido e irónico. Y además hace pensar.
En cuanto al tema, en tu poema dices ser un descreído (eso quiere decir que antes fuiste creyente), y yo, en muchos de los míos, me declaro lo contrario. Qué maravilla interpretar la vida desde tan lejanas perspectivas, qué riqueza otorga ponerse por un momento en la piel del otro en una poesía.
Es posible que un revés de la vida me convierta en descreído, aunque es difícil, pues precisamente la fe me hace afrontar los infortunios de una forma que me ayuda a gestionarlos. También es posible que a ti te suceda lo contrario y te vuelvas un creyente…. ¡Qué más da!
Si no hay nada
no hay nada que temer; si hay algo
ya hay algo más que fe.
Si existe Dios, y es bueno, nos amará
a todos por igual.
Bueno, perdona por esta reflexión poética a vuela pluma.
Un abrazo, querido amigo.
J. Manuel
Gracias por tus reflexiones, amigo José Manuel. Abrazo y salud.