Editorial Alaire

De todas maneras, pobre cuerpo...
por ti, codicia, alma, lo que seas: afán nocturnal de maltratarlo.
La cuota de fruición ya goteando, pobre cuerpo, y sigues, ¡por tu alma!, borriquillo
desvainado de trotar con otros cuerpos.

Pobre cuerpo: apenas una brizna de claror moja la estancia
¡allá se van tus ojos a horadarla!,
a clavar sus agujas en tu sien emborrachada por el alma,
a dejarse abonar en el dolor, ¡y cómo duelen!
los cartílagos de estar siempre acechantes,
los cinturones de grasa fermentados, las hueseras
cariadas de etanol y decepciones.

Pobre cuerpo, error de la inexistencia;
trasiegas corazón sin esperanza y basta un buche
de belleza casual para que rompa a hervir toda tu savia. Basta el sueño
de dar paso a un eternal tu sacrificio
para que duermas tranquilo como un niño.

De todas maneras, pobre…
pobre cuerpo.


Audio:

Eso mismo pienso yo, pero, mientras estemos en ésta, es lo que hay. Me gusta como escribes y disfruto tus hermosos versos. Un gusto leerte
besos
Pilar

No creo que sea un problema tanto del cuerpo como de la esclavitud a la que nos somente la sociedad y sus estúpidas normas.

ME HA GUSTADO MUCHO !!!

Te robo un par de imágenes ...

los cartílagos de estar siempre acechantes,
los cinturones de grasa fermentados

Muchas gracias u muchos besos

Curra

Enhorabuena, Pablo, por este gran Pobre cuerpo.

Además de dejar unas imagines bien logradas, lo adornas de una técnica depurada, tanto desde el punto de vista rítmico como del uso de unos recursos literarios entre los que destacan las metáforas.

Me gusta la historia, y sólo tropiezo algo en la palabra eternal que creo que es adjetivo.

Un abrazo grande, grande (en esto de las letras y tantas otras cosas).


Víctor

Interesantes líneas Pablo Ibáñez.

Gracias por compartirlas.

Me ha gustado mucho tu poema, compañero. Yo lo leí como una alegoría, donde la naturaleza animal-hombre se hace patente, y donde no somos nada diferentes. Ciertamente, el ritmo es uno de sus enormes soportes poéticos. Aplaudo la originalidad del planteo.

Un abrazo, Pablo.
Óscar

Hola Pablo.

Pues espera que llegues a mis años, amigo mío, entonces sí que te quejarás de tu cuerpo, jeje.

Me ha gustado el poema, encuentro original e interesante ese hablarle al cuerpo como si fuese un ente ajeno a uno mismo. Un placer volver a leerte, compañero.
Abrazos.

Mario.

Sabes darle a tus poemas ese tono Ibazñeano (:)) que te caracteriza, permíteme la licencia; sobre lo técnico nada voy a decir a quien entiende mucho mejor que yo, se me da algo mejor (y tampoco mucho)esa parte del poema que palpita o pellizca o rasca... o la pulcritud de la palabra y todo eso en tus versos brilla con luz propia.

Me ha gustado mucho y te mando un abrazo muy muy grande.

Gracias Pilar,

siempre tan atenta con todos.

Un abrazo.

Gracias Curra por tus amables palabras.

Un abrazo, amiga.

Gracias Víctor por pasarte a dejar tu generosa valoración.

Sí, tienes razón, eternal es adjetivo. No sé cómo resolverlo porque me gusta utilizarlo como sustantivo, pero claro, es incorrecto. A ver cómo lo soluciono.

Un abrazo.

Gracias Jorge,

un honor tu paso por mis líneas.

Recibe un saludo.

Gracias Óscar,

sí, a menudo nos dejamos llevar por nuestras ambiciones, sensaciones, emociones, apetitos, sin la mínima consideración hacia nuestro propio cuerpo, cuya capacidad de regeneración, de vida, no somos capaces de apreciar porque siempre está presente... hasta que se acaba.

Un honor tu paso, amigo.

Abrazos.

Gracias Mario,

un honor tu paso por este asunto y generosa valoración.

Me agrada mucho verte de vuelta.

Un abrazo.

Gracias Isabel, querida amiga,

jaja, me ha encantado lo del tono ibañezano, es un placer verte por mis cosas, ya lo sabes.

Mándote un besín.