Editorial Alaire

Retirado para un proyecto personal.

Excelente. Un abrazo.

Tanto que se ha dicho de los perros
– pero insisto –, de las tristezas que ellos detallan por las noches,
de los gatos que en sus tangos divulgan los secretos del vecino,
y de los hombres sumidos en un punto, indultándose y culpables,
fraguando la muerte de los pájaros
que agobiados de silencios, traducen con su acento sólo códigos foráneos.
A sus jaulas sin embargo – esos pájaros en vida –,
las llamaban por mi nombre, mientras yo les respondía: Madre,
y percutían en mi sien todas sus culpas, silbando las verdades que no fueron,
a veces como un zumbido impertinente, o como esa extraña adicción
del músculo a la vida...Al pálpito de pájaros fantasmas.

Qué enorme entrada al poema, Gerardo. Cómo duele esa libertad reprendida y cómo impacta esta simbología de orfebre. Belleza y hondura que llega hasta la médula más joven.

En el hábitat del cuarto las especies del luto desaladas, conversan
del tiempo que llamaron juventud, pero ahora, inexperiencia.
Hablan de los días de asueto con salario
y de esa parte de la tierra que cierra los ojos al dolor ultravioleta.
Hablan también de trascender, como si trascender fuese posible… Porque es una falacia
la belleza de las flores, que sólo encubren el color de lo marchito,
pero tras la sentencia del gusano, se curva el tiempo hacia sus voces conocidas:
aquel túnel donde volvemos a ser niños, el tren intacto y en sus vías,
y en el tique una luz como destino
descubriendo siluetas de veintiún gramos con las manos extendidas.
No me canso de oír cada murmullo, ni de los pasos que oxidan el zinc de los vecinos,
y usurpan en los bares el alcohol para la herida, y hacen parques en esquinas,
donde examinan el valor de las medallas que hacen mejores a los héroes de turno
desandando las guerras que ya no les incumben, embriagándose
en la embriaguez del alumbrado, lanzando un ultimátum,
a todo aquel que se atribuye la propiedad de lo vivido, de los perros y los gatos.
Porque vuelven en ciclos las preguntas animales,
tras las versiones de la historia que jamás fueron posibles.

Estos versos colapsan el arbitrio de la hermosura; los vivos y los pasajeros en un viaje álmico; naturales y conscientes, irremediables y cercanos.
El mundo con su materia contigua, plural, ruidosa y fraticida.

Quizás en esa flor de incertidumbres que persiste en las orillas
se posen las verdades que refutan lo marchito.

Y llueve otra mañana. Veo los cuerpos huyendo de sus sombras,
del paso tácito que las relega siempre al frío y a la inanición de sus respuestas.

Ayer quise ser otra persona, hoy quiero ser el mismo… sumando horas a quererte.
Y no creas, a veces la ventana queda allá, tras todo un continente,
y son nuestros los mares y las cumbres.
Entonces sé como mirarme en los espejos de mi madre y en lo tuyos.

Los cuatro versos inician el pliegue de las verdades de plata, de bronce, de grandeza.
La definición del final es ese cristal limpísimo que enarbola la asunción del amor y de su ciclo inmune al tiempo.

Aplausos en primera fila, querido amigo.

Abrazo enorme para todos.

Inicio los versos y me subo al vagón, me llevan... Encuentro un desencanto aceptado en los primeros versos, una afirmación de lo inevitable. La Vida, en mayúsculas, quiere hablar por encima de los acontecimientos, hacer presente, gritar que es posible. Y lo es "hoy quiero ser el mismo… sumando horas a quererte". Un precioso recorrido, con esa riqueza indecriptible de tus versos, que cuentan tanto.
Un abrazo querido amigo hacia tu maravillosa tierra

Ramón Carballal escribió:Excelente. Un abrazo.

Un gran abrazo estimado amigo. Te agradezco mucho tu visita y comentario. Que estés bien.

Ayer quise ser otra persona, hoy quiero ser el mismo… sumando horas a quererte.

Que grande, amigo, si supieras lo mucho que me gusta leerte, es un regalo abrir tu ventana y encontrar este arte tuyo, sumando, siempre sumando Gerardo. Felicitaciones y aplausos.

Un abrazo grande para ti y los tuyos.

Carmen

Estos versos, más que leerse, se respiran. Entran por cada poro para instalarse dentro y conmover las fibras del espíritu. Un gusto la lectura.
Un abrazo.
Pepa

Muy hermoso poema, amigo Gerardo, que sigue la estela de las grandes obras publicadas en Alaire.
En cada nuevo trabajo demuestras una subida de nivel técnico en referencia al desarrollo del lenguaje y su inevitable consecuencia rítmico-melódica, así que, cuando ello coincide con no pocas dosis de brillantez idiomática, el resultado no puede ser otro que una poética muy bella, dicente, altamente evocadora.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema, un buen poema, compañero.
Abrazos.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Tanto que se ha dicho de los perros
– pero insisto –, de las tristezas que ellos detallan por las noches,
de los gatos que en sus tangos divulgan los secretos del vecino,
y de los hombres sumidos en un punto, indultándose y culpables,
fraguando la muerte de los pájaros
que agobiados de silencios, traducen con su acento sólo códigos foráneos.
A sus jaulas sin embargo – esos pájaros en vida –,
las llamaban por mi nombre, mientras yo les respondía: Madre,
y percutían en mi sien todas sus culpas, silbando las verdades que no fueron,
a veces como un zumbido impertinente, o como esa extraña adicción
del músculo a la vida...Al pálpito de pájaros fantasmas.

Qué enorme entrada al poema, Gerardo. Cómo duele esa libertad reprendida y cómo impacta esta simbología de orfebre. Belleza y hondura que llega hasta la médula más joven.

En el hábitat del cuarto las especies del luto desaladas, conversan
del tiempo que llamaron juventud, pero ahora, inexperiencia.
Hablan de los días de asueto con salario
y de esa parte de la tierra que cierra los ojos al dolor ultravioleta.
Hablan también de trascender, como si trascender fuese posible… Porque es una falacia
la belleza de las flores, que sólo encubren el color de lo marchito,
pero tras la sentencia del gusano, se curva el tiempo hacia sus voces conocidas:
aquel túnel donde volvemos a ser niños, el tren intacto y en sus vías,
y en el tique una luz como destino
descubriendo siluetas de veintiún gramos con las manos extendidas.
No me canso de oír cada murmullo, ni de los pasos que oxidan el zinc de los vecinos,
y usurpan en los bares el alcohol para la herida, y hacen parques en esquinas,
donde examinan el valor de las medallas que hacen mejores a los héroes de turno
desandando las guerras que ya no les incumben, embriagándose
en la embriaguez del alumbrado, lanzando un ultimátum,
a todo aquel que se atribuye la propiedad de lo vivido, de los perros y los gatos.
Porque vuelven en ciclos las preguntas animales,
tras las versiones de la historia que jamás fueron posibles.

Estos versos colapsan el arbitrio de la hermosura; los vivos y los pasajeros en un viaje álmico; naturales y conscientes, irremediables y cercanos.
El mundo con su materia contigua, plural, ruidosa y fraticida.

Quizás en esa flor de incertidumbres que persiste en las orillas
se posen las verdades que refutan lo marchito.

Y llueve otra mañana. Veo los cuerpos huyendo de sus sombras,
del paso tácito que las relega siempre al frío y a la inanición de sus respuestas.

Ayer quise ser otra persona, hoy quiero ser el mismo… sumando horas a quererte.
Y no creas, a veces la ventana queda allá, tras todo un continente,
y son nuestros los mares y las cumbres.
Entonces sé como mirarme en los espejos de mi madre y en lo tuyos.

Los cuatro versos inician el pliegue de las verdades de plata, de bronce, de grandeza.
La definición del final es ese cristal limpísimo que enarbola la asunción del amor y de su ciclo inmune al tiempo.

Aplausos en primera fila, querido amigo.

Abrazo enorme para todos.

Hallie, sabes bien cuanto me alegra encontrar tu huella profunda, inteligente, pero además en el molde de esa bondad que brota de tu gran corazón y de tu Amistad. Gracias por leer de verdad y por estar siempre. Un gran abrazo para tí y los tuyos.

Qué buen poema, Gerardo, que requiere más de una lectura para abarcar la profundidad de los
versos. Volveré, poeta, a dejarme seducir de tu palabra.
Besos
Pilar

Leer y leer para asimilar, como debe ser, la grandeza de este poema pleno de ritmo de figuras de decires que instan a seguir escribiendo. Eres un orfebre de la poesía, demostración en cada entrega. La brillantez de tus versos en cada poema, es como un molde que tienes fabricado para mostrárnoslos. Has escrito un poema extraordinario, ese es mi juicio. Mis felicitaciones, compañero y amigo.

Un abrazo fuerte.

José Manuel F. Febles

"...
Ayer quise ser otra persona, hoy quiero ser el mismo… sumando horas a quererte.
Y no creas, a veces la ventana queda allá, tras todo un continente,
y son nuestros los mares y las cumbres.
Entonces sé como mirarme en los espejos de mi madre y en lo tuyos...

Es todo el poema excelente, destaco los últimos versos porque ayer quise ser otra persona... y sin embargo, no fue así, hubiéramos sido las mismas personas por mucho que nos empeñáramos.
" Y no creas... y entonces sé como mirarme ...
Me deslizo en el poema, como en una lectura suave que envuelve.

Repito Gerardo, excelente.

Ventura Ramos López escribió:Inicio los versos y me subo al vagón, me llevan... Encuentro un desencanto aceptado en los primeros versos, una afirmación de lo inevitable. La Vida, en mayúsculas, quiere hablar por encima de los acontecimientos, hacer presente, gritar que es posible. Y lo es "hoy quiero ser el mismo… sumando horas a quererte". Un precioso recorrido, con esa riqueza indecriptible de tus versos, que cuentan tanto.
Un abrazo querido amigo hacia tu maravillosa tierra

Estimado Ventura, para mí es un honor tu paso. Te agradezco mucho tu lectura y tu amable y motivador comentario. Espero que estés bien, amigo. Un gran abrazo.

Carmen López escribió:Ayer quise ser otra persona, hoy quiero ser el mismo… sumando horas a quererte.

Que grande, amigo, si supieras lo mucho que me gusta leerte, es un regalo abrir tu ventana y encontrar este arte tuyo, sumando, siempre sumando Gerardo. Felicitaciones y aplausos.

Un abrazo grande para ti y los tuyos.

Carmen

Te agradezco mucho estimada Carmen tu lectura y este amable y motivador comentario. Me alegra también que te haya gustado el poema. Un gran abrazo con mis mejores deseos para navidad y año Nuevo.

Josefa A. Sánchez escribió:Estos versos, más que leerse, se respiran. Entran por cada poro para instalarse dentro y conmover las fibras del espíritu. Un gusto la lectura.
Un abrazo.
Pepa

Estimada y admirada poeta, un honor contar con tu lectura y comentario. Te agradezco tu apoyo y espero que el Nuevo año te llegue con muchas bendiciones. Un gran abrazo.