Editorial Alaire

Huele a antiséptico.
El olor de la sangre seca
se impregna a la ropa
y deja su rastro por todas las habitaciones.

Huele a frio, a blanco frio, a verde frio.
No, así no huele la esperanza.
Tal vez un depósito de cadáveres
o un frigorífico con carne de bueyes muertos.

Una cortina siega la estancia,
corta una a una las voces
y un tragaluz me devuelve el reflejo
de un día frio.
Afuera llueve,
las nubes cubren al sol de la inocencia
y adivinan bisturíes.

Ella duerme,
su inconsciencia es el bálsamo
sus despertares solo piden agua
Y su madre impotente
no puede tener su sed
no puede besarle agua.

Una lluvia de cuchillos
cercan su miedo.

(Sana, sana, culito de rana, si no te curas hoy te curarás mañana)

Todo irá bien. Los extraños verdes son ángeles
y el dolor de los niños frágil en el recuerdo.

Muy hermoso, Sandra, un poema que nos llega a todas las madres con una empatía grande.
Me gustó leerte
Besos
Pilar

Soberbia manifestación del amor puro, de esa incondicional disposición de la voluntad. Me ha encantado leerte, apreciada compañera. Este poema es un rayo de luz, una lluvia de ternura.

Un abrazo grande.
Óscar

Pilar Morte escribió:Muy hermoso, Sandra, un poema que nos llega a todas las madres con una empatía grande.
Me gustó leerte
Besos
Pilar

Ya sabes Pilar, la madre siempre protectora de sus crías hasta el fin de sus días, grave error pero tan humano

un beso

Óscar Distéfano escribió:Soberbia manifestación del amor puro, de esa incondicional disposición de la voluntad. Me ha encantado leerte, apreciada compañera. Este poema es un rayo de luz, una lluvia de ternura.

Un abrazo grande.
Óscar

Óscar,
Aprecio mucho tus comentarios. Si te causó emoción y te transmitió la que escribe está contenta, no tengo mayor pretensiones. La voluntad sabes que deja de ser de uno para ser de nuestros hijos. Además hay una esperanza siempre latente de vida.

Un abrazo

Es conmovedor este poema, Sandra; es doloroso ver conjugarse la infancia y la enfermedad. Pero allí está el amor incondicional de una madre y esa esperanza que se mantiene siempre en alto porque se sabe que tras la oscuridad viene el amanecer.
Un placer volver a encontrarte, amiga. Abrazo grande.

Un hermoso y entrañable poema amiga, me ha gustado mucho, recibe mi felicitación y un abrazo.

Uno de los mejores poemas que te he leído. Lo tiene todo, equilibrio rítmico, tema bien desarrollado, y fuerza, esa fuerza vital que siempre impregna tus poemas.

Muchos bicos, Sandriña.

Sandra Gª Garrido, Encantado con tu poema te envío omi aprecio, poeta!

Tierno y entrañable, Sandra.
Disfruté de tu hermoso poema.
Un cordial saludo.

*no puede tener su sed
no puede besarle agua. *

Entrañables y al mismo tiempo que tiernas angustiantes palabras... ¡Ay! si pudiéramos apartar todas las piedras del camino a nuestros hijos, nos pondríamos de alfombra para que pasaran... Totalmente empático compañera

Impresionante la fuerza y la emoción que transmite, querida Sandra.

Abrazo enorme, gracias por compartir.

Enhorabuena, amiga Sandra, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Sana, sana, culito de rana".
Un cordial abrazo.

Amiga Sandra, magnífica obra donde se conjugan la realidad y el amor que tapa una parte de esa realidad para mitigar el sufrimiento. Espléndida manera de decir. Merecidísimo galardon a un buen trabajo.

Mi abrazo

Pio

Enhorabuena, Sandra, es un poema emotivo y bello. Abrazo grande.