Editorial Alaire

“¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
… Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente...”

De Eternidades, J. R Jiménez



La voz que esplende muda como un faro,
el aliento del germen, el latido raíz.

Ebrio de abismo, un pájaro de niebla
clama confuso en cárceles de luz.

Arañar las infinitas láminas del fondo
hasta llegar al límite
donde todo se alumbra
en su deshacimiento, donde todo
se adelgaza en su sola transparencia,
donde la nada vela
la posibilidad de todo.
Oír
la lenta rotación imperceptible,
el súbito comienzo de todos los comienzos,
la eclosión de los rumbos en la viva quietud.

Hondura y extensión,
el territorio germinal del ave.
Ascender a la nada, palpar su hueco,
y en un íntimo lapso beber irrefrenable
del venero en que el hálito del dios
engendra la palabra.

.

Con qué hermoso poema regresas y cuánto me gustó leerte. Un poema profundo y pleno de imá-
genes muy logradas. La palabra que es casi como hablar del hombre. Precioso.
Abrazos
Pilar

Impecable en fondo y forma, como no podía ser de otra manera, conociendo tu poesía. Me alegra mucho encontrarte nuevamente. Haces falta, amigo.

Un abrazo grande.
Óscar

*La voz que esplende muda como un faro,
el aliento del germen, el latido raíz.*

Compañero yo me quedo en estos dos versos, son soberbios ... todos los demás están ya contenidos en ellos

Estoy de acuerdo con Óscar, un poema impecable en fondo y forma. Felicidades y un abrazo.

Un hermoso poema amigo, bienvenido de nuevo, te echaba de menos, un abrazo.

Hemos de saber su pálpito, su iniciación y travesía. Nos es fuente y refugio. La palabra: rectora, humilde, bella, inexpugnable.

Precioso poema, Felipe. Mención de honor para el título.

Encantada de volver a leerte.

Abrazos y felicidad.

Muy bello poema de Felipe.

Felipe Fuentes García escribió:“¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
… Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente...”

De Eternidades, J. R Jiménez



La voz que esplende muda como un faro,
el aliento del germen, el latido raíz.

Ebrio de abismo, un pájaro de niebla
clama confuso en cárceles de luz.

Arañar las infinitas láminas del fondo
hasta llegar al límite
donde todo se alumbra
en su deshacimiento, donde todo
se adelgaza en su sola transparencia,
donde la nada vela
la posibilidad de todo.
Oír
la lenta rotación imperceptible,
el súbito comienzo de todos los comienzos,
la eclosión de los rumbos en la viva quietud.

Hondura y extensión,
el territorio germinal del ave.
Ascender a la nada, palpar su hueco,
y en un íntimo lapso beber irrefrenable
del venero en que el hálito del dios
engendra la palabra.

.

Se me hace incomprensible que un poema de esta calidad antológica se quede archivado...pero vuelvo a mis sentidos y recuerdo que todo es una ilusión, en la creación misma de este esplendoroso poema el suceso de su concepción, el poeta y Dios, y el universo nos colmaron de amor. Abrazos admirado Felipe. ERA

Pilar Morte escribió:Con qué hermoso poema regresas y cuánto me gustó leerte. Un poema profundo y pleno de imá-
genes muy logradas. La palabra que es casi como hablar del hombre. Precioso.
Abrazos
Pilar

Muy agradecido, estimada Pilar, por tus generosas palabras. Me alegro de que te haya gustado el poema.
Recibe un cariñoso saludo.
Felipe.

En éstos días que tengo el tiempo limitado y que poco comento, paso a leer y disfrutar solamente, pero tengo que decirte que esta maravilla de poema, me ha cautivado de principio a fin... Se desborda el arte de tu pluma. Un gran abrazo.

Entre a esa luz , a ese fondo y vi a Dios. Una creación inmaculada, divinidad absoluta.


Abrazos. RJL

Felipe

me gusta muchísimo, amigo. Con ese aire tan especial orgánico-trascendente, al alcance de muy pocos. La entradilla juanrramoniana ya dice mucho de tu intención. Tu poema se inserta, creo yo, en la larga tradición del misticismo español que supieron pasar por el tamiz de la modernidad el mismo Juan Ramón y después Claudio Rodríguez y Valente. Esa ambiciosa poesía pura que habla de luz, germen, raíz... dios.

Lo dicho, poesía al alcance de muy pocos, y entre ellos, Felipe Fuentes García.

Un abrazo, amigo.

Felipe Fuentes García escribió:


La voz que esplende muda como un faro,
el aliento del germen, el latido raíz.

Ebrio de abismo, un pájaro de niebla
clama confuso en cárceles de luz.

Ascender a la nada, palpar su hueco,
y en un íntimo lapso beber irrefrenable
del venero en que el hálito del dios
engendra la palabra.

.

Es un privilegio poder disfrutar de tu obra, Felipe, magnífico poema del que destaco estos versos.
Un placer.
Saludos.

Óscar Distéfano escribió:Impecable en fondo y forma, como no podía ser de otra manera, conociendo tu poesía. Me alegra mucho encontrarte nuevamente. Haces falta, amigo.

Un abrazo grande.
Óscar

Gracias, Óscar, por tus palabras. Me alegro de poder volver a contactar con el foro.

Recibe uu fuerte abrazo, compañero.
Felipe.