Guillermo Cuesta escribió:Tuve el honor un día de dar a un elefante
consejos de resaca por trompa exagerada.
Estaba yo pensando si era melopea,
ebriedad o cogorza. A veces parecía
tajada, moña , pea… merluza, turca, mona…
cuelgue, pedal, llorona…. bimba, curda, jumera.
La pítima o torrija medraba en el juncal
así que la chistera luciendo su sombrero
se quiso levantar. Sufriendo un gran trompazo,
sin nada que explicar, aquella elefantiasis,
colmillo por delante, volviose etillizada
diciendo que la juma
a veces no te arranca
y a veces te rezuma
con una buena tranca.
Para qué beber agua si llena de bacterias
el cuerpo estupefacto. Mejor hincharse a vino,
a whisky , a ron negrita. Poner cuerpo supino
o verse boca abajo, henchidas las arterias.
Qué mejor posición que la de estar errado
besando a la Bartola y a todas sus amigas.
Las botellas vacantes nos sirvan de testigas
para ese mal andar que va de lado a lado.
Si al entrar en tu casa te advierte la Custodia
que está lleno de manchas el traje de a diario,
no dejes que lo limpie. Que cante una salmodia
para que regenere el rol del vecindario.
Que todo el barrio sepa que tú con tu parodia
te vas del blanco al tinto pasando del horario.
Aplausos Guillermo por esta agudeza en el uso del lenguaje, por la inteligencia que denota, y por el merecido reconocimiento que hoy te tiene ahí arriba, abrazos! Luna.-