Editorial Alaire

La luz antisocial que me encañonas
es hija del silencio.
Yo deseo
mirarnos desde fuera para vernos;
tú
devanas perdición desde tu centro.



Espacios desnudos te designan
-calles negras,
conversaciones terriblemente congeladas,
la noche abovedada de orfidal
por cauces de llorar que nadie labra...
Tal es tu condición, loba del hambre.



Dilatas las pupilas a la mera sugestión de paliativo
¿qué tienes
que llenar? ¿qué desiguales
memorias se diluyen en marjales
de rabia y privación, loba del hambre?



Te tengo que matar
-morir yo mismo-,
o aprender a convivir con tus colmillos.

Muy bueno, Pablo. Todo un acierto, amigo: todos tenemos alguna, aunque a veces no se sienta o se pueda disimular por algún tiempo.

Déjame llevar el rosco sin ambages, aunque me pierda en versos y me asalte la duda.

Muy bueno el ritmo.

Un abrazo,


Víctor

Pablo Ibáñez escribió:

Espacios desnudos te designan
-calles negras,
conversaciones terriblemente congeladas,
la noche abovedada de orfidal
por cauces de llorar que nadie labra...
Tal es tu condición, loba del hambre.

Por los terrenos pantanosos que nos sujetan y en los que nos hundimos con tu poema, pesimista, rebelándose contra todo y uno mismo, encuentro estos versos tremendamente sugestivos, sobre todo en esa alusión al insomnio que abre las fauces de la noche.
Con un abrazo.
Salud.

Todos tenemos esas noches, aunque sean sin orfidal. Un poema tremendo para meditar sobre
uno mismo y los demás.
Te felicito
Besos
Pilar

Tremendo final, Pablo. Tara: denominador común para la especie.
Fuerza de cíclope en esos versos que te señala Julio.

Abrazos y enhorabuenas, querido poeta.

Es este poema, para mí, completo, complejo y rotundo. No hay que romperse el cráneo para deglutirlo, como tampoco hay que leerlo superficialmente, a vuelo de pájaro. Debe uno adentrarse en la tensión de los instantes, sentir esa terrible soledad, ese desamparo de la conciencia, ese miedo a la locura que lleva a la locura, esa lucha heroica aunque inútil contra la adversidad de una anomalía psíquica. Por esta razón, considero que el poema es humanamente esperanzador: plantea con convicción la lucha a muerte para vencer el mal, o la lucha sin rendición para ganar la vida. Quiero además señalar que noto un avance significativo en el aspecto argumentativo. Veo esa bendita conexión entre la percepción lingüística y el vuelo de la imaginación; es decir, imbricación razón-estro. Su mensaje perceptible a todo hombre, me hace recuperar el entusiasmo, las ganas de interactuar con mayor empatía. En cuanto al ritmo, siento roturas de entonación, teniendo en cuanto una cierta preeminencia del imparisílabo. Esto no es criticable; quizás se deba al acompañamiento mismo del fondo del poema, del tema que trata, justamente, sobre situaciones caóticas del ser. Una forma de enfatizar lo que se pretende trasmitir.
El trabajo me ha gustado mucho. Recalco la compacta resonancia que deja en el espíritu.

Un abrazo.
Óscar

"Aprender a convivir con tus colmillos", aprender a convivir contigo, Vida.

Sería lo más congruente, ES, lo más difícil.
Has escrito un poema de rebeldía y a la vez, de un querer seguir adelante, con lo que haya.

Un abrazo mediterráneo, Pablo.

Hola Pablo, un poema que me ha gustado mucho, loba del hambre, y el final trágico y hermoso, un placer amigo, un abrazo.

La vida es una constante lucha contra el mal. Lo expresas escrupulosa y poéticamente con un versar decidido y tan rítmico como original.

un abrazo

Muy bueno, Pablo. La última estrofa, magnífica. Me ha encantado.

Un abrazo.

Me ha gustado mucho tu poema, Pablo. Me sumo a los elogios ya vertidos sobre tu composición. Destacar de ella, además, su eufonía en esa cadencia asonantada que se reparte.

Mi aplauso y felicitación, compañero.

Un abrazo.
Felipe.

Un poema que se hace sentir con todo su peso, que camina con el ritmo preciso para dejar huella y que devela una visión profunda y una pluma que desborda talento. Un gran abrazo compañero.

Gracias Víctor,

un honor tu paso por este engendro. Muy agradecido por tu generoso comentario. Yo también me pierdo, amigo, no sé muy bien dónde voy en esto de las letras.

Un abrazo.

Gracias Julio,

Muy honrado por tu comentario. Me alegro que te guste, pero me noto tendiendo peligrosamente a la fealdad, a lo feo. Creo que algunas lecturas indigestas me están sentando mal.

Un abrazo, admirado maestro.

Gracias Hallie, querida amiga.

Me alegro mucho de que te guste. La idea es poner pegas a los poemas de los demás para que también me las pongan a mí. A ver si así aprendo algo, que toy como un burro, como dicen en mi tierra. Pero no hay manera, sois demasiado buenos conmigo.

Un abrazo, querida amiga.