Pablo Ibáñez escribió:¡Aquí hay un hombre!
Me encantan este tipo de poemas naturales tuyos de verso corto, Julio. Producto de un hombre que sabe lo que se hace y cómo se hace, con muchas horas de vuelo, que pasa de registros existenciales a los naturales sin despeinarse, sin tener que dar ni darse explicaciones.
Yo, Julio, quiero ser como tú.
Un abrazo, amigo.
Amigo Pablo. Tu comentario me ha subido u poquitín los colores. Me has hecho sonreír feliz y hasta con cierta ensoñación de que todo fuera tan verdad como pinta tu noble amistad. Bien, pero yendo a lo real y más prosaico de la vida misma, debo decirte alguna cosa:
1.- Ser como yo no tiene mucho mérito; te perderías -además- ser como tú eres, y eso sí que me parecería una lástima.En el ser como yo soy, sólo hay una persona con más edad y experiencia no muy bien aprovechada siempre. La edad la irás consiguiendo poco a poco, te irá pesando poco a poco, y la experiencia la aprovecharás mejor que yo, no me cabe duda.
2.- Encuentras al hombre en la poesía y eso me llena de satisfacción, pues sólo es posible por el hombre que hay en ti y sus cualidades.
3.- Tengo que admitir que tienes toda la razón del mundo cuando afirmas que paso de un registro a otro sin despeinarme; la verdad es que a los calvos este asunto no nos da ningún problema, je,je,je...
Admito, también, que ni doy ni pido explicaciones. Surrealismo, existencialismo, romanticismo, irracionalismo, realismo, poesía social, clasicismo, poesía de la experiencia, poesía de la diferencia, vanguardismo, misticismo, poesía de la conciencia, eclecticismo... y me dejo muchos ismos, son nombres que definen corrientes o modos coincidentes de escribir en cada época. Son pasado. No los tengo en cuenta. No me interesan para escribir. Dos cosas me parecen inexcusables para justificar este atrevimiento de componer un poema e intentar llenarlo de poesía:
a.- La consideración de Rilke de que si escribes lo hagas porque necesitas hacerlo.
b.- La afirmación -aparentemente sencilla o simple- de que la poesía es
ritmo (y en consecuencia el poema se lee con ritmo).
Antonio Gamoneda me dijo (como habrá afirmado y afirmará en otros ámbitos) que
el ritmo se tiene o no se tiene y que
cualquiera que tenga una clase de pensamiento rítmico está capacitado para hacer poesía (otra cosa es que la haga)
¡Y cómo, ay, me he extendido! Disculpa, amigo mío. Será que hace algún tiempo que de sólo viajar me faltan ocasiones como la que me has brindado con tu estupendo comentario, que te agradezco mucho, como bien sabes. Con un abrazo.
Salud.