Editorial Alaire

Nobleza obliga; y el amigo Ferreiro ha sabido regalarme, en las diferentes ocasiones en que ha habido lugar, con productos de sus tierras gallegas como los mejillones, el buen vino de godello y los impagables percebes. De las bromas a las veras, siempre sostuvimos que este plato que es pura cocina del mar y que Ferreiro sabe preparar al punto con gran pericia, merecía un soneto. Así que, retomando los ya históricos sonetos gastronómicos de años pasados, hoy me satisface traer este plato a estos foros y dedicárselo, como no podía ser de otro modo (y con el interés manifiesto de animarle a seguir con la costumbre adquirida) al compañero y amigo José Juan Martínez Ferreiro. Vaya, pues, con todo el placer y un abrazo.
Salud.






Plato de percebes
A J.J.M. Ferreiro


Músculo y brío, fe sobre la roca
que ante el mar y las olas, desafiante,
alzas tu cuerpo en el batir constante
del agua desatada en furia loca.

En la pota el calor cuando te toca
con la sal y el laurel, en un instante
eres lujo de mesa en restaurante,
golpe de mar que estalla en nuestra boca;

océano de espumas en el plato
con tus recios aromas y sabores
que hacen al paladar sabor tan grato;

desvistiendo tu carne sin recato
desatas en pasión nuestros amores
y en amor la pasión en este trato.


Julio G. Alonso




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Julio González Alonso, Gran soneto acorde a la dignidad del destinatario. Congratulaciones a ambos!

Vaya si este plato de percebes lanza sus proezas y promesas al-aire!

Salud y abrazos, queridos compañeros.

Julio, has cumplido tu palabra con nota “cum laude” y me has dejado sin palabras y con toda la boca espumando a mar que se rompe.
¡Salitre por doquier, mar purísimo y sensualidad gastronómica se derraman en cada uno de estos versos!
Después de esta impagable obra, no me queda más remedio que en cada visita cumplir con lo que me toca: pagar el peaje a las puertas de la ciudad.
Y siempre antes de comenzar el “sagrado ritual percebil”, leeré con voz seria y sonora cual oración al mar, este ya “imprescindible” soneto.

Muchas gracias, querido amigo.
Salud, salitre, laureles y muchos, muchísimos percebes.

[quote="Julio González Alonso"]


Es magnífico y de indudables propiedades aperitivas. Un abrazo.

Carlos Justino Caballero escribió:Julio González Alonso, Gran soneto acorde a la dignidad del destinatario. ¡Congratulaciones a ambos!

Muy amable, Carlos, siendo el primero en atender a este plato que hoy se ofrece. Muchísimas gracias.
Salud.

Hallie Hernández Alfaro escribió:¡Vaya si este plato de percebes lanza sus proezas y promesas al-aire!

Salud y abrazos, queridos compañeros.

Gracias, Hallie, por compartir mesa. Con un abrazo.
Salud.

J. J. M. Ferreiro escribió:Julio, has cumplido tu palabra con nota “cum laude” y me has dejado sin palabras y con toda la boca espumando a mar que se rompe.
¡Salitre por doquier, mar purísimo y sensualidad gastronómica se derraman en cada uno de estos versos!
Después de esta impagable obra, no me queda más remedio que en cada visita cumplir con lo que me toca: pagar el peaje a las puertas de la ciudad.
Y siempre antes de comenzar el “sagrado ritual percebil”, leeré con voz seria y sonora cual oración al mar, este ya “imprescindible” soneto.

Muchas gracias, querido amigo.
Salud, salitre, laureles y muchos, muchísimos percebes.

Ferreiro, bien sabes que los desafíos están para superarlos y que las promesas hay que cumplirlas. Te mereces este soneto y muchos más por tu trato y amistad; pero si, además, no dejamos que la amistad y la inspiración decaigan con buenos percebes, suculentos mejillones y buenos vinos, la cosa está servida. Un abrazo y salud.

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Julio González Alonso escribió:


Es magnífico y de indudables propiedades aperitivas. Un abrazo.

No puedo dejar de estar más absolutamente de acuerdo contigo, Roberto. Con un abrazo.
Salud.

Me uno para celebrar esta espléndida muestra de amistad y buen hacer poético.
Mis felicitaciones y abrazos para ambos.

Julio,

me ha encantado, amigo. ¿Puedes creer que nunca he comido percebes? Y eso que soy asturiano, devoro todo lo que viene del mar, hasta los oricios, pero jamás he comido percebes. Unas veces por caros, otras porque no era temporada, en fin que no he tenido la ocasión. Tu poema me ha recordado que tengo que saciar cuanto antes esa asignatura pendiente. ¿Sabes Julio?, me encantan este tipo de poemas, castizos, naturales, cotidianos. A veces uno pretende que para escribir hay que estar traspasado por la pureza de la luz auroral y tiene que venir Julio a darnos una nueva lección. Se puede escribir de los percebes, de cocina, y bordarlo.

Un abrazo, hermano.

Ya me estais invitando a este plato, que mejor que compartir buena poesía, buen vino, buen marisco y mejor compañia. jajaja, me has hecho reir, pero es un gran trabajo. Los percebes deben sentirse desbordados con este poema.

Abrazosss

No hay mejor palabra para el percebe que tu magnífico soneto. Felicidades a ambos
Besos
Pilar

Pasión, gastronomía y homenaje, no sin antes en la primera estrofa
poner en volandas el esfuerzo herido por las olas.

El soneto sabe a mar, amigo y a poesía de la buena.

un abrazo

Soneto sobresaliente, Julio, el que regalas al amigo José Juan Martínez Ferreiro.

Percebes sabrosos de la mar que en tu pluma se han inmortalizado con gracia y soltura.

Qué rico plato de las costas gallegas.

Me encantó compartir esa comida el día 15 de junio. Ahora este soneto fija para el recuerdo dicha celebración.

Enhorabuena
Un fuerte abrazo a ambos
Ana