A una ama de casa

[F. Enrique]

A Merche, ni siquiera la tenía en mente cuando escribí este poema, yo sé bien en quién pensaba, pero sé las razones por las que se lo dedico y que la mujer que me sirvió de inspiración, por una vez, no va a sentirse molesta por que le dedique a otra algo que he escrito para ella y la Sofía Loren de "Una jornada particular". Merche murió hace unos meses apenas, yo me encontraba en Madrid y me sentí muy triste, y sin poder asistir al entierro. Ella quiso en estos últimos años que me convirtiera en el ángel guardián de su hijo, pero ya sabéis, crecemos y las alas se pierden en el camino. Algo que supe hace apenas unos días vino a añadir una cierta amargura a mi tristeza.

Para adecuarlo al poema quisiera trasladar esta dedicatoria a cuando nos conocimos, hace treinta y tantos años, ella vivía, como siempre, para su marido y sus hijos, y no quiso nunca salir de ese error.

No sonríes cuando piensas en el cuerpo hermoso
dibujado más lejos cada día,
confundido por la belleza que surge de la sinceridad herida
de una gacela que sufre
por el esfuerzo, el dolor, y por la entrega.

Difuminadas las ansias de amor bajo los árboles
y el perfume de colonia
de la tarde de verano que selló tu despedida
del viento, las cometas, de los cables, del sueño.

Vuelve aquel miedo al vacío
que sentías tras su marcha,
aquel deseo de subir a la azotea,
de mirar los pájaros y el suelo al mismo tiempo
con el impulso irracional
de intentar alzar el vuelo
o estrellarte.

Estás sintiendo su presencia en el silencio de la siesta,
los pasos de los niños que regresan de la playa,
la huida de la poesía hacia una imagen de Ford,
las voces de los muertos, y estás
amando sin saber si pueden tomar tu corazón
para mostrar la oscilación de sus latidos,
un suspiro
embargado en el mundo que se te fue alejando
envía sus destellos como una estrella sin vida,
con aquellos sabores y aquellas plantas
que lloran en el exilio
de tu memoria enamorada de un artista adolescente,
con aquella gente que murió y no lo sabe,
con aquellos cines que cerraron, y se quedaron con tus besos
y esta sensación tan cierta
de que tienes que luchar forzadamente
para esbozar la sonrisa que antes te brotaba sin pensarlo,
y no sabes que serás siempre hermosa,
una muchacha deliciosa de cincuenta años
porque tu alma siempre estuvo
por encima de la cabeza.

[Israel Liñán]

Realmente hermoso F. lo que se perdió, lo que somos... universal aunque lo enfoques en el título.

Me ha encantado, y el cierre...grande.

Abrazos.

[EZEQUIEL GARCIA]

Grandiosas palabras nos dejas, es un gran placer leer tan bello poema.
Te mando un gran abrazo hasta el lugar de tu inspiracion

saludos.Ezequiel

[carlos tavara]

Buen poema... te sigo, mi amigo...!

[Roberto López]

[quote="F. Enrique"]

Me han situado tus versos en el dolor callado, escondido en la penumbra de una habitación. Sentimientos muy bien expresados, muy conseguida la escena de melancolía y añoranza. Saludos.

[F. Enrique]

Gracias, Israel, no busqué la temática en este poema y me vino así. Cuando abordamos algo tan universal es fácil caer en un exceso de sentimentalismo y recurrir en muchos tópicos. Espero no haber pecado de ambas cosas y haber aportado algo a una de las más grandes incomprensiones, lo único que se me ocurrió para ello fue centrarme en un caso muy concreto.

Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Maravilloso poema y lleno de sentimientos, Enrique.

Cada vida es un misterio. Cada ser humano abraza la creación propia o el cuidado de otros. Ciertamente el trabajo de ama de casa, cuidado de un un marido y unos hijos puede no llenar si los otros no aprecian el trabajo realizado. Si la única compensación a tanta dedicación es el silencio, la invisibilidad y la tristeza.

El poema refleja muy bien esa realidad. No sólo de esa amiga que perdiste sino de tantas y tantas mujeres que consagran sus vidas al cuidado de otros y descuidan sus propias vidas.

Te felicito
aunque el poema sea triste es una realidad...
Abrazos
Ana

[Josefa A. Sánchez]

Es la tercera vez que entro a este poema y lo he leído varias veces en cada ocasión. Me inspira tristeza la sensación de abandono y soledad que trasmite. En este caso es un ama de casa, pero podría ser un oficinista cualquiera o un profesor cuya vocación a perecido, atados a la rutina y la desidia. Lo peor es que los que estén a tu alrededor no sean capaces de verte y miren a través de ti, como si no existieras.
Tu, con tus hermosas palabras, has hecho visible y palpable al ser humano que hay detrás de ellas. Felicidades por ello.
Un abrazo.
Pepa

[F. Enrique]

Gracias, Ezequiel, por estas palabras tan agradables que me dejas.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Carlos, es un placer saludarte, espero que sea solo un principio, hay cosas verdaderamente buenas que ver por aquí.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Roberto. Hay demasiadas cosas que vemos reflejadas en la vida y en el arte y que relacionamos en un primer momento de una forma inconsciente. Para mí supuso una extraña mezcla de sensaciones y al final llegué a la madre de un amigo que, como Lope dijera en Peribáñez y el Comendador de Ocaña, puede que fallara en lo menos importante pero siempre acertó en lo principal, cuando se ama todo lo debemos dar por bueno. Creo que mi amigo llegó a entenderlo antes de que fuera demasiado tarde, y esa satisfacción que llegó a sentir ella le valdría por muchos sacrificios no percibidos o malintrerpretado.

Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Muy sentido poema, amigo Enrique, donde la complejidad de los sentimientos es como un puzzle que acaba por formar el rostro de la tristeza. Sentido y conmovedor, sobre todo la parte donde la famosa pregunta de Shakespeare "to be or not to be "renace. Mis abrazos sinceros y felicitaciones.




Vuelve aquel miedo al vacío
que sentías tras su marcha,
aquel deseo de subir a la azotea,
de mirar los pájaros y el suelo al mismo tiempo
con el impulso irracional
de intentar alzar el vuelo
o estrellarte.

[Carlos Justino Caballero]

F. Enrique, Sentimiento profundo en trazos de arte poético a destacar. Con afecto, poeta!

[Bruno Laja]

Llego a este poema escuchando Epitaph, de King Crimsom, y se produjo la conjunción.
Leo tu respuesta a Israel y pienso que has logrado ir de lo concreto a lo universal. Eso es lo que necesita el lector de poesía. Teñirse y teñir cuando alza los ojos. Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Ezequiel, me siento muy halagado con lo que me dices, con comentarios como el tuyo no puede ser de otra forma.

Un abrazo.