Editorial Alaire

Escucha, por favor.
Ya sé que cae la noche y tienes prisa;
ya sé que alguien te espera, de ti necesitando
que asientas sus heridas
y pueda acurrucarse entre su llanto.

Ya sé que estás cansado.

Que añoras tu niñez de pulmón rosa
y pinos de verano;
que vuelves cada tarde del trabajo
rumiando hipocondría, tentándote los bultos
que trepan al cubil de tus manías
disueltos en tranxilium y tabaco.

Pero ahora estás aquí, y es poco lo que tengo que decirte.

Escucha, por favor; no frunzas los prejuicios,
no busques solución a la empatía
en otras referencias parecidas que guardes de los años.
¡Tan sólo son palabras! Qué importa quién las diga
ni cómo las pronuncie,
si sólo somos eso: palabras hechas carne
y carne hecha palabras.

Escucha lo que tengo que decirte:
que no quemen tu carne,
que luches por el jugo de tu carne.

Excelente trabajo, Pablo. Trabajas el ritmo como nadie. Es un placer recorrer esta historia de palabras hechas carne.

Víctor

P.S. Al tranxilium le falta una "n". Una minucia en tanta belleza

Precioso poema hecho carne. Un disfrute pasar por tus versos
Abrazos
Pilar

Somos la palabra que nos define -rubio, alta, suave- Al mismo tiempo continente y contenido. Somos carne en palabra y la palabra carne. Perdona estas divagaciones. Solo quería decirte lo mucho que me gusta como escribes.
Un abrazo.
Pepa

La vida es lucha y aunque los buenos recuerdos nos ayuden, la realidad nos obliga a estar continuamente en la brecha. Un poema intenso y bien escrito. Abrazos.

Me gusta mucho tu estilo Pablo, la intensidad de tus poemas.

Un abrazo.

Mucho jugo de amor en el poema y un lirismo que emociona el verso y la palabra

un abrazo

Guillermo

Un poema con todos los elementos necesarios para llegar profundo al ser, por su cercanía y al gusto poético, por la habilidad de tu pluma. Dices bella y rítmicamente, un andar cotidiano, con gran originalidad y destreza. De aplausos, sin duda. Mis abrazos de amigo.

Vivos, agudos los versos. Un poema para leer y releer. Un placer.
Saludos

Pablo Ibáñez escribió:

Escucha, por favor.
Ya sé que cae la noche y tienes prisa;
ya sé que alguien te espera, de ti necesitando
que asientas sus heridas
y pueda acurrucarse entre su llanto.

Ya sé que estás cansado.

Que añoras tu niñez de pulmón rosa
y pinos de verano;
que vuelves cada tarde del trabajo
rumiando hipocondría, tentándote los bultos
que trepan al cubil de tus manías
disueltos en tranxilium y tabaco.

Pero ahora estás aquí, y es poco lo que tengo que decirte.

Escucha, por favor; no frunzas los prejuicios,
no busques solución a la empatía
en otras referencias parecidas que guardes de los años.
¡Tan sólo son palabras! Qué importa quién las diga
ni cómo las pronuncie,
si sólo somos eso: palabras hechas carne
y carne hecha palabras.

Escucha lo que tengo que decirte:
que no quemen tu carne,
que luches por el jugo de tu carne.

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Muy hermoso poema, amigo Pablo.
Acabo de leer una obra de Guillermo y quizá el comentario que le he dejado valdría para hablar de tu trabajo. Efectivamente, veo que tu poética evoluciona hacia el ideal del autor.

Bien la polimetría, en cada obra aparece más segura, menos encorsetada, es decir, quiere pasar desapercibida en beneficio de la transmisión, de la importancia del fondo sobre la forma.
Bien esa rima dispersa, sin ambición de figurar pero con vocación melódica.

En la parte técnica, es de lo mejor que he leído últimamente, se trata de un ejercicio alegórico de primera magnitud, muy bien desarrollado y sumamente lúcido; en la línea de Machado y su olmo, de Costa i Llobera y su pino, consigues bellísimas sinergias entre lo vegetal y lo humano.

Ha sido un placer leerte. Felicidades, colega, por esta obra, sin duda, un buen poema.
Un cordial abrazo.

Pablo, pura delicia el poema, se lee con una facilidad pasmosa y deja algo "en los adentros".

Como siempre, saludos mediterráneos

Original. Sorprende el tema y la perfección del planteamiento. Tienes un estilo sobrio y elegante que me gusta mucho. Enhorabuena amigo.
Un abrazo
J. Manuel

Gracias por la corrección, amigo. No me había dado cuenta. EL corrector ortográfico me marcó falta pero creí que era por la palabrita en sí: tranxilium. Me alegro mucho que te haya gustado.

Un abrazo.

Gracias Pilar, es un honor para mí que te haya gustado.

Un abrazo.

Gracias Pepa,

me alegro muchísimo de que te guste.

Un abrazo para tí y otro para Rafael.