Editorial Alaire

Queja


Si de mi vida soy apenas dueño
y las horas, altivas, con su frío
son de mi aliento duro desafío
y eres tú de mi amor sólo desdeño.

Si mis ojos se cierran ya sin sueño
y sin sueños que tengan nada mío
corre en los tuyos caudaloso río,
¿de qué me servirán amor y empeño?

De la sangre que mana de esta herida
será injusto decir que eres culpable
ni justo que el remedio a ti te pida;

De lo que así la voluntad decida
no es el amor tampoco condenable
ni responsable del dolor, la vida.


Julio G. Alonso

Me da la impresión que solo es una queja muy pequeñita pues a tí te sobran sueños y a ella deseos de compartirlos. Quizá sean momentos de la vida
Un soneto hermoso y de calidad para el nuevo libro
Abrazos
Pilar

Julio González Alonso escribió:



Queja


Si de mi vida soy apenas dueño
y las horas, altivas, con su frío
son de mi aliento duro desafío
y eres tú de mi amor sólo desdeño.

Si mis ojos se cierran ya sin sueño
y sin sueños que tengan nada mío
corre en los tuyos caudaloso río,
¿de qué me servirán amor y empeño?

De la sangre que mana de esta herida
será injusto decir que eres culpable
ni justo que el remedio a ti te pida;

De lo que así la voluntad decida
no es el amor tampoco condenable
ni responsable del dolor, la vida.


Julio G. Alonso

Julio, un placer leer este poema que nos hace a todos y cada uno responsables de nuestro destino, aunque claro, siempre culpemos al resto.
Un saludo afectuoso para esa indivisibilidad que se palpa entre hombre y poeta, Luna.-

Excelente pluma julio un honor pasar por tus letras

Julio González Alonso escribió:
Queja


Si de mi vida soy apenas dueño
y las horas, altivas, con su frío
son de mi aliento duro desafío
y eres tú de mi amor sólo desdeño.

Si mis ojos se cierran ya sin sueño
y sin sueños que tengan nada mío
corre en los tuyos caudaloso río,
¿de qué me servirán amor y empeño?

De la sangre que mana de esta herida
será injusto decir que eres culpable
ni justo que el remedio a ti te pida;

De lo que así la voluntad decida
no es el amor tampoco condenable
ni responsable del dolor, la vida.


Julio G. Alonso

Bonitos endecas, bonita reflexión y bien trabajado el soneto, ¿Qué más se puede pedir?
Todo un placer para los sentidos, Julio.
Un honor compartir letras con tanto talento.

Víctor

Condicionantes muy bien tramados para que a través de la queja
quites responsabilidad a la vida sobre penas y dolores.

Me encantó el soneto.

Un abrazo

guillermo

De una gran pluma leemos acertadas reflexiones en trazos de alto vuelo y belleza indiscutible. Tienen tus letras la sabiduría del que observa desde un lugar de privilegio, que le permite abarcar todos los elementos. Un lujo para el libro. Abrazos de amigo.

Un gusto leer este precioso soneto, todo bien plasmado en él. Mis saludos, Julio.

Pilar Morte escribió:Me da la impresión que sólo es una queja muy pequeñita pues a tí te sobran sueños y a ella deseos de compartirlos. Quizá sean momentos de la vida.
Un soneto hermoso y de calidad para el nuevo libro
Abrazos
Pilar

Te da la impresión acertada, amiga Pilar. No siempre los poemas reflejan fielmente el momento vital del autor, como es el caso. Se trata de un trabajo de empatía, un ponerse en la piel de otros y la situación imaginada del amor en todas sus posibilidades. También se trata de despertar esos afectos y desafectos de los que se ocupa el tema. Si la lectura acerca al lector a ello, misión cumplida. Si, además, le gusta, la alegría es mayor. Con un abrazo.
Salud.

Excelente el soneto que da forma a esa queja, Salud.

Hermoso soneto, amigo Julio, y una buena aportación clásica para nuestro libro.
Me gusta la variedad rítmica, hasta el final reposado en un buen sáfico.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.

Musicales y dicentes versos, un gusto venir.
Felicitaciones Julio y un saludo.

Luna de Nos escribió:

Julio González Alonso escribió:



Queja


Si de mi vida soy apenas dueño
y las horas, altivas, con su frío
son de mi aliento duro desafío
y eres tú de mi amor sólo desdeño.

Si mis ojos se cierran ya sin sueño
y sin sueños que tengan nada mío
corre en los tuyos caudaloso río,
¿de qué me servirán amor y empeño?

De la sangre que mana de esta herida
será injusto decir que eres culpable
ni justo que el remedio a ti te pida;

De lo que así la voluntad decida
no es el amor tampoco condenable
ni responsable del dolor, la vida.


Julio G. Alonso

Julio, un placer leer este poema que nos hace a todos y cada uno responsables de nuestro destino, aunque claro, siempre culpemos al resto.
Un saludo afectuoso para esa indivisibilidad que se palpa entre hombre y poeta, Luna.-

Ese pretende ser el mensaje del soneto, amiga Luna. El amor se viste con muchos ropajes, también con estos. Con un abrazo agradecido.
Salud.

javierdicenzo80 escribió:Excelente pluma, Julio. Un honor pasar por tus letras

Muchas gracias, Javier. Me alegra tu opinión.
Salud.

Víctor F. Mallada escribió:

Julio González Alonso escribió:
Queja


Si de mi vida soy apenas dueño
y las horas, altivas, con su frío
son de mi aliento duro desafío
y eres tú de mi amor sólo desdeño.

Si mis ojos se cierran ya sin sueño
y sin sueños que tengan nada mío
corre en los tuyos caudaloso río,
¿de qué me servirán amor y empeño?

De la sangre que mana de esta herida
será injusto decir que eres culpable
ni justo que el remedio a ti te pida;

De lo que así la voluntad decida
no es el amor tampoco condenable
ni responsable del dolor, la vida.


Julio G. Alonso

Bonitos endecas, bonita reflexión y bien trabajado el soneto, ¿Qué más se puede pedir?
Todo un placer para los sentidos, Julio.
Un honor compartir letras con tanto talento.

Víctor

Siempre se puede pedir más, Víctor; pero el recibir comentarios como el tuyo ya es mucho. Con las gracias y un abrazo.
Salud.