Editorial Alaire

En el lugar de los ojos el mar;
en su reflejo
una danza de peces; al fondo el horizonte,
luego un abismo; tras él
no hay nada.

Nuestros antepasados habían dado por supuesta
la fundación de su Arcadia en nuestros tiempos.
Hoy sus tumbas supuran desengaño,
verde aflición, alfombras tristes.

No vuelvas tú por lo tanto a suplicar,
porque el tiempo de los ruegos ha pasado
igual que una nevada sobre esta tierra caliente,
blanca promesa deshecha al posarse en el suelo.

Hoy no.

Tú ya conoces lo que mi piel oculta.
Me ves caminar, un perro al lado,
y no puedes distinguir a ciencia cierta
cuál de los dos se detiene a respirar
y cuál yace recostado e imagina
un descosido en el aire; tras él
el mundo.

Es una pena pero es así. A veces nos aferramos pero no hay señales. Un poema dicente y reflexivo que me gustó leer.
Abrazos
Pilar

Si el mundo nos pudiera decir lo que le duele..........
Mas no hace falta puesto que las heridas se las infringimos nosotros.
Cuando nos demos cuenta será tarde ya para la esperanza.

Un abrazo y mi felicicitación plausible.

Guillermo

Juan Fionello escribió:


No vuelvas por lo tanto a suplicar.
El tiempo de los ruegos ha pasado
igual que una nevada sobre la tierra caliente,
promesa deshecha al dar contra el suelo.

Hoy no.
Tú ya conoces lo que mi piel oculta.
Me ves caminar, un perro al lado,
y no puedes distinguir a ciencia cierta
cuál de los dos se detiene a respirar
y cuál yace recostado e imagina
un descosido en el aire; tras él
el mundo.

Aún así, Juan, nos seguimos aferrando a la esperanza e imaginamos eso "un descosido en el aire"
Es un placer leerte, compañero.
Un abrazo.

Juan Fionello escribió:


En el lugar de los ojos el mar;
en su reflejo
una danza de peces; al fondo el horizonte,
luego un abismo; tras él
no hay nada.

Habían supuesto nuestros antepasados
la fundación de su arcadia en nuestra era.
Hoy sus tumbas
supuran su decepción en líquidos lamentos.

No vuelvas por lo tanto a suplicar.
El tiempo de los ruegos ha pasado
igual que una nevada sobre la tierra caliente,
promesa deshecha al dar contra el suelo.

Hoy no.
Tú ya conoces lo que mi piel oculta.
Me ves caminar, un perro al lado,
y no puedes distinguir a ciencia cierta
cuál de los dos se detiene a respirar
y cuál yace recostado e imagina
un descosido en el aire; tras él
el mundo.

A veces nos sentimos reducidos y nos igualamos en nuestras mentes
a fieles animales. Es un instinto que viaja en nosotros.
Muy bueno Juan...Hay que pensar

abrazos

lázaro

Pilar Morte escribió:Es una pena pero es así. A veces nos aferramos pero no hay señales. Un poema dicente y reflexivo que me gustó leer.
Abrazos
Pilar

Muchas gracias por tu atenta lectura y por las palabras que me dejas. He modificado bastante el poema, por cierto, aunque solo para pulirlo.

Un abrazo.

Un poema para reflexionar. No sé si la esperanza es una imagen borrosa o simplemente ha dejado de verse hace ya tiempo. Te puedo decir que la lectura de estos versos me atrapó de principio a fin. Mi felicitación por el poema y un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Si el mundo nos pudiera decir lo que le duele..........
Mas no hace falta puesto que las heridas se las infringimos nosotros.
Cuando nos demos cuenta será tarde ya para la esperanza.

Un abrazo y mi felicicitación plausible.

Guillermo

Muchas gracias, Guillermo, por tu lectura y tu amable comentario.

Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Juan Fionello escribió:


No vuelvas por lo tanto a suplicar.
El tiempo de los ruegos ha pasado
igual que una nevada sobre la tierra caliente,
promesa deshecha al dar contra el suelo.

Hoy no.
Tú ya conoces lo que mi piel oculta.
Me ves caminar, un perro al lado,
y no puedes distinguir a ciencia cierta
cuál de los dos se detiene a respirar
y cuál yace recostado e imagina
un descosido en el aire; tras él
el mundo.

Aún así, Juan, nos seguimos aferrando a la esperanza e imaginamos eso "un descosido en el aire"
Es un placer leerte, compañero.
Un abrazo.

Muchas gracias por leerme y por dejar tu huella en el poema, Marisa.

Un abrazo.

Nunca terminas de asombrarme. Un poema de los de 11 sobre 10. Me lo quedo, con tu permiso, para leerlo hasta que me lo aprenda de memoria.
Un abrazo.
Pepa

lazaro Habana escribió:

Juan Fionello escribió:


En el lugar de los ojos el mar;
en su reflejo
una danza de peces; al fondo el horizonte,
luego un abismo; tras él
no hay nada.

Habían supuesto nuestros antepasados
la fundación de su arcadia en nuestra era.
Hoy sus tumbas
supuran su decepción en líquidos lamentos.

No vuelvas por lo tanto a suplicar.
El tiempo de los ruegos ha pasado
igual que una nevada sobre la tierra caliente,
promesa deshecha al dar contra el suelo.

Hoy no.
Tú ya conoces lo que mi piel oculta.
Me ves caminar, un perro al lado,
y no puedes distinguir a ciencia cierta
cuál de los dos se detiene a respirar
y cuál yace recostado e imagina
un descosido en el aire; tras él
el mundo.

A veces nos sentimos reducidos y nos igualamos en nuestras mentes
a fieles animales. Es un instinto que viaja en nosotros.
Muy bueno Juan...Hay que pensar

abrazos

lázaro

Muchas gracias, Lázaro. Me alegra que te haya gustado y te lo agradezco de corazón.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Un poema para reflexionar. No sé si la esperanza es una imagen borrosa o simplemente ha dejado de verse hace ya tiempo. Te puedo decir que la lectura de estos versos me atrapó de principio a fin. Mi felicitación por el poema y un abrazo.

Muchas gracias, Ramón. Me alegra y me honra que te haya atrapado el poema, y eres muy amable al decírmelo.

Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:Nunca terminas de asombrarme. Un poema de los de 11 sobre 10. Me lo quedo, con tu permiso, para leerlo hasta que me lo aprenda de memoria.
Un abrazo.
Pepa

Ja, ja, "exagerá" (léase "essageráa", en el más puro acento murciano). En todo caso muchas gracias, aunque la que sorprende gratamente eres tú, que hasta has escrito la letra de un espléndido blues.

Un abrazo.

He disfrutado con la lectura de este bello poema. Mi felicitación con un saludo.

Andrés Caparrós escribió:He disfrutado con la lectura de este bello poema. Mi felicitación con un saludo.

Muchísimas gracias, Andrés, por pasar por el poema y dejar tu comentario generoso.

Un cordial saludo.