Editorial Alaire

El gesto de la estatua
se olvida de ser carne
y pasa su testigo a ser de piedra.

Ha encontrado el disfraz desguarnecido,
entreabierta la horquilla de la amnesia
para vociferar su anonimato.

Es cómplice el mutismo,
y desconecta su armonía.
Con la tenacidad del fingimiento,
separa del ayer un hoy que nada cambia.

Un rastro de simulaciones
desfiguradas y de expolios
en plenitud de ruina
se oculta por debajo de la herrumbre.
Estoicamente adulterado
el esplendor se desmorona.

Cuando el embozo de la noche
se adueña del sentir de las estrellas,
desde sus reticentes ojos cae
hacia la sombra recluida
lo que definitivamente yerto
se reivindica inerte
en su perpetuidad.

¿Sabes Guillermo? Yo soy de las que piensas, no sé si hay muchos más, que las piedras sí tienen alma, que las piedras sienten ¡¡ son tántas y tantas las cosas que han pasado sobre ellas, las voces que habrán escuchado, todo lo quedeben saber... por tanto, las estatuas debe ser muy parecido.

Sí, indudablemente, por la noche, deben ponerse a hablar entre ellas, las imagino chismorreando y contándose cosas.

Saludos mediterráneos, Guillermo.

Guillermo Cuesta escribió:El gesto de la estatua
se olvida de ser carne
y pasa su testigo a ser de piedra.

Ha encontrado el disfraz desguarnecido
y ha entreabierto la horquilla de la amnesia
para vociferar su anonimato.

Es complice el mutismo,
y desconecta su armonía
con la tenacidad del fingimiento,
Separa del ayer un hoy que nada cambia.

Un rastro de simulaciones
desfiguradas y de expolios
en plenitud de ruina
se oculta por debajo de la herrumbre,
Estoicamente adulterado
el esplendor se desmorona.

Cuando el embozo de la noche
se adueña del sentir de las estrellas,
desde sus reticentes ojos cae
hacia la sombra recluida
lo que definitivamente yerto
se reivindica inerte
en su perpetuidad

Hay un profundo mensaje.En verdad hay tipos y maneras de complicidad.
Es valeroso poner a la luz, las faltas
Grande tu poesía Guillermo

abrazos

lázaro

Cuando el embozo de la noche
se adueña del sentir de las estrellas,

!Ay, que tendrá la vida o su ausencia!
Qué bien lo expresas, Guillermo.

Víctor

Todo tiene alma, amiga Concha y ¿quién puede decir que los seres inanimados no sienten?
Quizá no sientan como nosotos, pero no hablan, nos acosan, nos mpresienten
y nos llaman con sus voces silenciosas a pesar de que sigan sordos los oídos
de la mayoría. Somos los poetas la excepción?

Un abrazo y gracias, por tu visita e interesante mensaje.

Guillermo

No sé si el gesto de la estatua se olvida de ser carne, pero hay que reconocer que el poema va alzándose a cada verso a medida que se desarrolla hasta esa estrofa final poderosa y elegantemente conclusiva que lo cierra. Buen trabajo.

Juli

Un hermoso poema de tono reflexivo que he disfrutado.
Un saludo.

Guillermo Cuesta escribió:El gesto de la estatua
se olvida de ser carne
y pasa su testigo a ser de piedra.

Ha encontrado el disfraz desguarnecido
y ha entreabierto la horquilla de la amnesia
para vociferar su anonimato.

Es complice el mutismo,
y desconecta su armonía
con la tenacidad del fingimiento,
Separa del ayer un hoy que nada cambia.

Un rastro de simulaciones
desfiguradas y de expolios
en plenitud de ruina
se oculta por debajo de la herrumbre,
Estoicamente adulterado
el esplendor se desmorona.

Cuando el embozo de la noche
se adueña del sentir de las estrellas,
desde sus reticentes ojos cae
hacia la sombra recluida
lo que definitivamente yerto
se reivindica inerte
en su perpetuidad

Me es fascinate todo lo que se relaciona con la escultura. Extraordinarias imagenes nos regalas: "Cuando el embozo de la noche ...." Interpreto que se trata de aquello que atribuimos a las cosas. Un material inanimado quiza, posee su propio lenguaje aportacion existencial y poetica.

Abrazos,
ERA

Todas las cosas son en nuestro mundo y tienen lugar y participación en los mundos creados por el poder de la palabra. Un gran gusto de lectura, poeta. Mis abrazos de amigo.

Es cierto que el poema va ganando en la lectura de los versos hasta ese cierre tan hermoso. Hay vida en las piedras, no cabe duda, al menos la mía. Un gusto seducirme en tu poema
Abrazos
Pilar

Guillermo Cuesta escribió:El gesto de la estatua
se olvida de ser carne
y pasa su testigo a ser de piedra.

Ha encontrado el disfraz desguarnecido
y ha entreabierto la horquilla de la amnesia
para vociferar su anonimato.

Es complice el mutismo,
y desconecta su armonía
con la tenacidad del fingimiento,
Separa del ayer un hoy que nada cambia.

Un rastro de simulaciones
desfiguradas y de expolios
en plenitud de ruina
se oculta por debajo de la herrumbre,
Estoicamente adulterado
el esplendor se desmorona.

Cuando el embozo de la noche
se adueña del sentir de las estrellas,
desde sus reticentes ojos cae
hacia la sombra recluida
lo que definitivamente yerto
se reivindica inerte
en su perpetuidad

Me dejò pensando este poema Guillermo, suponièndolo en sentido inverso, esas personas que aùn siendo carne, se vuelven frìas, muertas. Me gustò mucho, un abrazo, Luna.-

[Es complice el mutismo,
y desconecta su armonía
con la tenacidad del fingimiento,
Separa del ayer un hoy que nada cambia.

Hay un profundo mensaje.En verdad hay tipos y maneras de complicidad.
Es valeroso poner a la luz, las faltas
Grande tu poesía Guillermo

abrazos

lázaro[/quote]

La poesía la hace grande el que la lee y la interpreta, amigo Lázaro.
Por eso te agradezco que vengas a visitarme para darme un abrazo
y recibir otro por lo menos.

Guillermo

Maravilloso este poema, Guillermo.

Sí, las estatuas tienen alma. Todos los objetos inanimados tienen un alma inmortal que nos acompaña.

En realidad todo está habitado. Si hay materia hay espíritu. Así lo veo yo. Para mí, incluso las cosas de nuestro entorno cotidiano tienen un alma. El coche, la lavadora, el televisor. Son objetos, pero tienen su alma escondida hablándonos a cada instante.

Te felicito
Un abrazo
Ana

Estupendo poema, Guillermo, me ha encantado.
Un saludo cordial.

No sé por qué, pero tus versos me trajeron a la memoria la figura de Bertolt Brecht, eso sí, más llena de lirismo, con el verso más próximo a la carne y con la nitidez de una fotografía en blanco y negro. Me parece muy acertado el desarrollo del poema para encontrar un cierre estupendo. Muy bueno.
Salud

Editorial Alaire

Los porqués de la escultura

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