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La filosofía del impulso

Publicado: Mié, 08 Jun 2011 12:33
por Ramón Ataz


Es hora de abrir ventanas
a los aromas y a las luces nuevos,
a los distantes rumores de otros ruidos.

Quise formar parte de alguna trinchera
nutrirme de los huesos que amontonan
las catacumbas frías de mi espíritu.

Busqué cincelarme en los bloques de mármol
a fin de ser solo la forma de un hombre,
(no un hombre)
acaso inmortal, acaso inerte.

Subsistí en sillones de cemento,
apenas acolchados,
en los que amar o comer era posible
y pude allí cumplir diversas vidas,
(iguales todas ellas entre sí, todas amnésicas)
donde mis pensamientos caían como gotas
de un grifo mal cerrado, tozudos desperdicios
abriéndose camino hacia el subsuelo.

Pero siempre hubo un viento sin atar,
una corriente fuerte y arbitraria
transportándome hacia su propia incertidumbre.
Y confieso que ese cuerpo en desorden,
el cabello de pronto ensortijado,
los párpados a punto de cerrarse,
los elásticos labios de payaso,
eran los míos.

Así que puede ser que el fin de todo sea el impulso,
que un cierto instinto proclive a no alcanzar el horizonte
sea lo que excita a los músculos durmientes,
y explica la razón de unas manos (las mías) en un alféizar,
y los nuevos aromas, y las luces nuevas,
y los dulces rumores de unos ruidos distantes.


___________________________________________________

* El otro día recordé, de repente, una tira cómica de Mafalda, en la que (y la describo de memoria y probablemente con bastantes errores) ésta lee en voz alta la famosa cita "más vale morir de pie que vivir de rodillas", a lo que Felipe, cuando ya se ha quedado solo, y evidentemente sonrojado, apostilla algo así como "Y digo yo si no será muy deshonroso subsistir sentados." Curiosamente, y aunque finalmente no tenga demasiado que ver, este poema nació a partir de ese recuerdo, lo que demuestra que, al menos en mi caso, los poemas surgen de ideas de lo más peregrinas y encima luego siguen caminos francamente absurdos.




Re: La filosofía del impulso

Publicado: Mié, 08 Jun 2011 15:30
por lazaro Habana
Juan Fionello escribió:
Es hora de abrir ventanas
a los aromas y a las luces nuevos,
a los distantes rumores de otros ruidos.

Quise formar parte de alguna trinchera
nutrirme de los huesos que amontonan
las catacumbas frías de mi espíritu.

Busqué cincelarme en los bloques de mármol
a fin de ser solo la forma de un hombre,
(no un hombre)
acaso inmortal, acaso inerte.

Subsistí en sillones de cemento,
apenas acolchados,
en los que amar o comer era posible
y pude allí cumplir diversas vidas,
(iguales todas ellas entre sí, todas amnésicas)
donde mis pensamientos caían como gotas
de un grifo mal cerrado, tozudos desperdicios
abriéndose camino hacia el subsuelo.

Pero siempre hubo un viento sin atar,
una corriente fuerte y arbitraria
transportándome hacia su propia incertidumbre.
Y confieso que ese cuerpo en desorden,
el cabello de pronto ensortijado,
los párpados a punto de cerrarse,
los elásticos labios de payaso,
eran los míos.

Así que puede ser que el fin de todo sea el impulso,
que un cierto instinto proclive a no alcanzar el horizonte
sea lo que excita a los músculos durmientes,
y explica la razón de unas manos (las mías) en un alféizar,
y los nuevos aromas, y las luces nuevas,
y los dulces rumores de unos ruidos distantes.


Hay una evaluación de un estado anímico. Hay momentos que nos reducimos
y nos autocondenamos. Es precisamente el paso a la perfección. Es la impotencia
que no provoca cambios. Eres un maestro, en eso de mirarse por dentro.
Te felicito Juan

abrazos de amigo.


lázaro.

re: La filosofía del impulso

Publicado: Mié, 08 Jun 2011 16:52
por Pilar Morte
Si no existiese ese impulso estaría muerta la vida que nos sostiene. Muy filosófico y acertado el poema que he disfrutado e identificado. Me encanta leerte
Abrazos
Pilar

Publicado: Mié, 08 Jun 2011 17:00
por Ramón Carballal
Le podríamos llamar impulso, instinto de supervivencia, esperanza en la desesperanza..El nombre quizá sea lo de menos lo que es indudable es que se trata de algo que está ahí y sin lo cual no podríamos mantenernos a flote. Muy buen poema en fondo y forma. Un abrazo.

Re: La filosofía del impulso

Publicado: Mié, 08 Jun 2011 17:54
por Begoña Egüen
Juan Fionello escribió:
Es hora de abrir ventanas
a los aromas y a las luces nuevos,
a los distantes rumores de otros ruidos.

Quise formar parte de alguna trinchera
nutrirme de los huesos que amontonan
las catacumbas frías de mi espíritu.

Busqué cincelarme en los bloques de mármol
a fin de ser solo la forma de un hombre,
(no un hombre)
acaso inmortal, acaso inerte.

Subsistí en sillones de cemento,
apenas acolchados,
en los que amar o comer era posible
y pude allí cumplir diversas vidas,
(iguales todas ellas entre sí, todas amnésicas)
donde mis pensamientos caían como gotas
de un grifo mal cerrado, tozudos desperdicios
abriéndose camino hacia el subsuelo.

Pero siempre hubo un viento sin atar,
una corriente fuerte y arbitraria
transportándome hacia su propia incertidumbre.
Y confieso que ese cuerpo en desorden,
el cabello de pronto ensortijado,
los párpados a punto de cerrarse,
los elásticos labios de payaso,
eran los míos.

Así que puede ser que el fin de todo sea el impulso,
que un cierto instinto proclive a no alcanzar el horizonte
sea lo que excita a los músculos durmientes,
y explica la razón de unas manos (las mías) en un alféizar,
y los nuevos aromas, y las luces nuevas,
y los dulces rumores de unos ruidos distantes.


Me quedo extasiada al leer tus reflexivos poemas... me ha encantado. Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Re: La filosofía del impulso

Publicado: Mié, 08 Jun 2011 20:21
por Ramón Ataz
lazaro Habana escribió:
Juan Fionello escribió:
Es hora de abrir ventanas
a los aromas y a las luces nuevos,
a los distantes rumores de otros ruidos.

Quise formar parte de alguna trinchera
nutrirme de los huesos que amontonan
las catacumbas frías de mi espíritu.

Busqué cincelarme en los bloques de mármol
a fin de ser solo la forma de un hombre,
(no un hombre)
acaso inmortal, acaso inerte.

Subsistí en sillones de cemento,
apenas acolchados,
en los que amar o comer era posible
y pude allí cumplir diversas vidas,
(iguales todas ellas entre sí, todas amnésicas)
donde mis pensamientos caían como gotas
de un grifo mal cerrado, tozudos desperdicios
abriéndose camino hacia el subsuelo.

Pero siempre hubo un viento sin atar,
una corriente fuerte y arbitraria
transportándome hacia su propia incertidumbre.
Y confieso que ese cuerpo en desorden,
el cabello de pronto ensortijado,
los párpados a punto de cerrarse,
los elásticos labios de payaso,
eran los míos.

Así que puede ser que el fin de todo sea el impulso,
que un cierto instinto proclive a no alcanzar el horizonte
sea lo que excita a los músculos durmientes,
y explica la razón de unas manos (las mías) en un alféizar,
y los nuevos aromas, y las luces nuevas,
y los dulces rumores de unos ruidos distantes.


Hay una evaluación de un estado anímico. Hay momentos que nos reducimos
y nos autocondenamos. Es precisamente el paso a la perfección. Es la impotencia
que no provoca cambios. Eres un maestro, en eso de mirarse por dentro.
Te felicito Juan

abrazos de amigo.


lázaro.
Muchísimas gracias por tu infinita amabilidad, Lázaro. A veces me gustaría no mirarme tanto por dentro, pero bienvenido sea si a cambio de tanta neura puedo contar con un lector como tú.

Un fuerte abrazo.

Re: re: La filosofía del impulso

Publicado: Mié, 08 Jun 2011 20:23
por Ramón Ataz
Pilar Morte escribió:Si no existiese ese impulso estaría muerta la vida que nos sostiene. Muy filosófico y acertado el poema que he disfrutado e identificado. Me encanta leerte
Abrazos
Pilar
Totalmente de acuerdo, Pilar. Conforme pasan los años me doy cuenta de que la excitación que produce ese impulso, lo que empuja a actuar, a escribir, a amar, es mucho más importante que cualquier resultado incierto que se persiga.

Un abrazo.

Publicado: Vie, 10 Jun 2011 13:13
por Borja Martínez
Una bella introspección acompañada de imágenes originales. Mi felicitación y un saludo cordial.

Re: La filosofía del impulso

Publicado: Vie, 10 Jun 2011 13:45
por Marisa Peral
[quote="Juan Fionello"]

Creo sinceramente que nos movemos por impulsos, unas veces son positivos y otras un desastre pero siempre hay algo que nos impulsa.
Y sobre las ideas peregrinas para escribir poemas... pues igual, Juan, igual que a ti me pasa a mí.

Me ha gustado tu reflexivo poema, Juan, y la cita de Mafalda Imagen
Un abrazo.

Re: La filosofía del impulso

Publicado: Sab, 11 Jun 2011 0:41
por Gabriel Vidal

Pero siempre hubo un viento sin atar,
una corriente fuerte y arbitraria
transportándome hacia su propia incertidumbre.
Y confieso que ese cuerpo en desorden,
el cabello de pronto ensortijado,
los párpados a punto de cerrarse,
los elásticos labios de payaso,
eran los míos.


Me ha gustado el poema y muchos esta estrofa Excelente poema

Un abrazo desde el inpulso Gabriel

Re: La filosofía del impulso

Publicado: Sab, 11 Jun 2011 3:36
por Luna de Nos
Juan Fionello escribió:
Es hora de abrir ventanas
a los aromas y a las luces nuevos,
a los distantes rumores de otros ruidos.

Quise formar parte de alguna trinchera
nutrirme de los huesos que amontonan
las catacumbas frías de mi espíritu.

Busqué cincelarme en los bloques de mármol
a fin de ser solo la forma de un hombre,
(no un hombre)
acaso inmortal, acaso inerte.

Subsistí en sillones de cemento,
apenas acolchados,
en los que amar o comer era posible
y pude allí cumplir diversas vidas,
(iguales todas ellas entre sí, todas amnésicas)
donde mis pensamientos caían como gotas
de un grifo mal cerrado, tozudos desperdicios
abriéndose camino hacia el subsuelo.

Pero siempre hubo un viento sin atar,
una corriente fuerte y arbitraria
transportándome hacia su propia incertidumbre.
Y confieso que ese cuerpo en desorden,
el cabello de pronto ensortijado,
los párpados a punto de cerrarse,
los elásticos labios de payaso,
eran los míos.

Así que puede ser que el fin de todo sea el impulso,
que un cierto instinto proclive a no alcanzar el horizonte
sea lo que excita a los músculos durmientes,
y explica la razón de unas manos (las mías) en un alféizar,
y los nuevos aromas, y las luces nuevas,
y los dulces rumores de unos ruidos distantes.


___________________________________________________

* El otro día recordé, de repente, una tira cómica de Mafalda, en la que (y la describo de memoria y probablemente con bastantes errores) ésta lee en voz alta la famosa cita "más vale morir de pie que vivir de rodillas", a lo que Felipe, cuando ya se ha quedado solo, y evidentemente sonrojado, apostilla algo así como "Y digo yo si no será muy deshonroso subsistir sentados." Curiosamente, y aunque finalmente no tenga demasiado que ver, este poema nació a partir de ese recuerdo, lo que demuestra que, al menos en mi caso, los poemas surgen de ideas de lo más peregrinas y encima luego siguen caminos francamente absurdos.





Juan, me maravilló este poema, será que coincido con tanto de lo que dice... Me resulta además muy interesante la cita que pones al pie, y si bien creo que uno no debe dar explicaciones de por qué escribe lo que escribe, es una forma más de reivindicar que son múltiples los disparadores.
Este es uno de esos poemas, que uno agradece hayan sido escritos, un fuerte abrazo, Luna.-

re: La filosofía del impulso

Publicado: Sab, 11 Jun 2011 11:38
por José Manuel Sáiz
Interesantes poema y cita. La cita es acertada, pues hace que volvamos al poema y descubramos nuevas cosas que viven entre líneas. Me gusta tu estilo Juan, que lo sepas.
Un abrazo.
J. Manuel

Publicado: Sab, 11 Jun 2011 12:25
por Ramón Ataz
Ramón Carballal escribió:Le podríamos llamar impulso, instinto de supervivencia, esperanza en la desesperanza..El nombre quizá sea lo de menos lo que es indudable es que se trata de algo que está ahí y sin lo cual no podríamos mantenernos a flote. Muy buen poema en fondo y forma. Un abrazo.


Muchas gracias, Ramón, por tu atenta lectura y comentario. Me alegra saber que te lo ha parecido.


Un abrazo.

Publicado: Dom, 12 Jun 2011 6:35
por Abel Mata
En este poema has dejado versos bellísimos. Te aplaudo, Juan.

Publicado: Dom, 12 Jun 2011 16:08
por Israel Liñán
Coincido con Jose Manuel, el poema es impresionante, y la cita te hace volver a él con otro impulso.

Un abrazo.