Editorial Alaire

Migración adolescente

No pude desovar.
Aquello era el mar y esto es un río
-recodos de deseo, orillas de agonía,
agrietado pulmón de nieve sometida.

Crecí a corriente de la norma,
eficiente entre piedras en los rápidos,
trabado en los remansos,
mordiendo mil anzuelos descarnados.

Y siempre las esclusas,
las adultas esclusas que guiaban
a las fuentes de todo, a la pureza -era mentira-
del fresco manadero en la montaña
donde brilla la esencia, la ráfaga suprema.

Perdido en un manglar de condiciones
cosí con hilo triste mis agallas
y me dejé llevar por la corriente,
la dulce y anónima corriente,
junto a otros como yo
y obtuve algún abrazo
y el don de distinguir la luz del nylon.

Mas nunca volví al mar
-aquel sabor a sal en tarde eterna.

NOTA: inspirado en "El río" de Jose Manuel Sainz.

Una adolescencia obediente y un hermoso poema. Un placer
Abrazos
PIlar

Al final todos acabamos volviendo al mar. Muy bien trazado ese transito. Un gusto estar.
Un abrazo.
Pepa

Aplausos, Pablo. La inspiración y lo inspirado merecen muy mucho la pena.
Salud

"Perdido en un manglar de condiciones
cosí con hilo triste mis agallas
y me dejé llevar por la corriente,
la dulce y anónima corriente,
junto a otros como yo
y obtuve algún abrazo
y el don de distinguir la luz del nylon.

Mas nunca volví al mar
-aquel sabor a sal en tarde eterna. "


Pablo, te felecito por un poema bien logrado.

Saludos cordiales,
ERA

Gracias Pilar, eres un encanto, siempre dispuesta a apoyar y animar. Eres el alma del foro.
Abrazos

Josefa, usé el mar como metáfora de la infancia, un lugar donde tiempo y espacio parecen infinitos (eternos). Creo que nunca volvemos al mar, o tal vez sí.
Gracias por tu comentario.

Julio, gracias por tu comentario, me halaga que te haya gustado.
Un abrazo.

Roxane, muchas gracias por tu amable comentario.
Un abrazo.

Precioso este poema del camino, un gusto leerlo. Aplausos.