De ceniza caliente (revisado)

[Pablo Ibáñez]

Juan, me ha encantado el misterio de estos versos. Me he imaginado una pareja de amantes abrazados en la cama, él por detrás de ella, escuchándola.

Saludos.

[Ramón Ataz]

Juan, magníficos versos, me gusta pensar que la búsqueda de agua es igual a busqueda de esperanza.
Abrazos
Gabriela

Gabriela. disculpa mi tardanza en contestar. Este poema lo tenía olvidado y ha sido al revisarlo cuando me he encontrado muchos comentarios sin responder.

Muchas gracias por tus palabras y, en efecto, la esperanza está presente en el poema.

Un abrazo.

[Ramón Ataz]

¿Quien sabe ? Quizás ese sea el camino a la felicidad, ya que dicen que los extremos se tocan. Tu poesía siempre me llena de sensaciones.
Un abrazo.
Pepa

Vayan también mis disculpas para tí, Pepa. Muchas gracias por el comentario y por decirme que mis poemas te llenan de sensaciones, porque esa es la finalidad de la poesía, así que es el mayor elogio que me puedes hacer.

Un abrazo.

[Ramón Ataz]

A mí tu poema me ha dejado una cierta preocupación, pero me ha gustado. Hermosos versos
Abrazos
Pilar

Igualmente te ofrezco excusas, Pilar, por tardar tanto en contestar. No hay de qué preocuparse, Pilar. Al menos en mi caso, la poesía hurga en las emociones, y éstas son contradictorias y cambiantes.

Muchas gracias de nuevo y un abrazo.

[Ramón Ataz]

Rápido , le llega a uno un poema como éste.
Hay una sensibilidad que aflora como la misma esperanza que contiene.

Me gustó Juan, me gustó.

abrazos de hermano.

lázaro

Muchas gracias, Lázaro, por tu comentario y por hacerme saber que te gustó. Lamento haber tardado tanto en responder.

Un abrazo igualmente fraternal.

[Ramón Ataz]

Excelentes versos, Juan.

Un poema bello y profundo que me ha gustado mucho.

Con un final sobrecogedor.

Felicidades, amigo
Ana

También ante tí me disculpo, Ana. Muchísimas gracias por dejar tu huella y por tu generosidad.

Un abrazo.

[Maria Pilar Gonzalo]

Nunca es invierno en la sangre.
Y no admito más calor,
ya que en tu tacto, espalda ciega,
me hago ceniza
caliente, recién quemada.

Y al escucharte al revés,
como a un vinilo diabólico,
puedo escuchar la reseña de mi penar estático:

solo la muerte en tu voz, solo la muerte.

Si arder era el motivo que nos guió
por el círculo que tomamos como hogar,
hoy, extinguido, busco en tu espalda
rostros de agua, rastros de nieve.

Un poema visceral que deja una clara sentencia.
Un placer pasar por tus versos llenos de fuego con rastros de nieve.

Un abrazo Juan.

[Guillermo Cumar.]

El agua como principio y fin un estupendo cierre para este magnífico poema.

Un abrazo

Guillermo

[Bernardo lobo]

Juan, un gusto la lectura de tu poema.
Saludos.

[Marisa Peral]

Nunca es invierno en la sangre.
Y no admito más calor,
ya que en tu tacto, espalda ciega,
me hago ceniza
caliente, recién quemada.

Y al escucharte al revés,
como a un vinilo diabólico,
puedo escuchar la reseña de mi penar estático:

solo la muerte en tu voz, solo la muerte.

Si arder era el motivo que nos guió
por el círculo que tomamos como hogar,
hoy, extinguido, busco en tu espalda
rostros de agua, rastros de nieve.

Juan, ha sido un auténtico placer poder leer este poema. Auténtico placer, repito y releo una y otra vez.
Gracias por este regalo.
Un abrazo.