De mi niñez

[Mario Martínez]

todos queremos recuperar la capacidad de soñar.

Gracias, Fermín, de eso se trata, amigo mío, aunque en ocasiones resulta dificil. Un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Gracias Juan, me alegra que te haya gustado, sabes que siempre eres bien venido a mis versos. Un fuerte abrazo, amigo mío.
Mario.

[Rafel Calle]

De la niñez no guardo amable la memoria,
la vida era un enjambre de enfurecidas horas,
carencias que mataban a golpes los afectos,
silencios suspirando por ser voces un día.

En la niñez los sueños murieron de meninges
infectadas por virus de dogmas y consignas,
inscritos a la suerte de un bando no elegido
tras una cruel contienda de hermanas decepciones.

De la niñez no salvo más que cuatro venturas;
amistades fraguadas en suma de reveses,
calles que fueron aulas precoces de experiencia,
y la voraz lectura de más de mil tebeos.

Del acre oscurantismo de mi niñez escondo
frustraciones que sangran, actitudes que hieren,
miedos que fueron ángel de la guarda en mi lecho
y hoy son barro indeleble en mi piel de esperanzas.

De la niñez no tengo fidedignas nociones
de que fuera aquel tiempo tan feliz como afirman,
ni la fiel certidumbre de que pronta curasen
con ternura de gestos del cariño su urgencia.

Pero a pesar de todo, cuando preso en las redes
de madurez severa, se me pudre la vida
y mi fe muere ahogada, todavía quisiera,
ahuyentando recuerdos, ser por un rato, niño.


Tus versos alejandrinos, querido amigo Mario, me han parecido trufados de aciertos. Prácticamente en cada estrofa habita un catálogo rítmico, susceptible de ser un manual para autores que quieren aprender el arte del verso de 14 sílabas.

Es cierto que el estilo del autor bebe en las fuentes del clasicismo, pero no es menos verdad que la obra está envuelta de signos inconfundibles de la pluma que los pare; su tinta es actual, de su tiempo por el ritmo de su lenguaje poético. Hay hermosura. Es incuestionable. O eso creo.

Curiosamente, he hallado entre los grandes autores que trabajan el alejandrino, caso del tristemente desaparecido José Luis Villena, Ferreiro, Oroz y tú mismo, los cuatro a una altura muy considerable, me he dado de bruces, digo, con una tremenda consistencia rítmica en las estrofas. Lo curioso del asunto es que lo hacéis por instinto.
Cuando me di cuenta, investigué a fondo desde autores consagrados actuales, hasta Gonzalo de Berceo y el Mester de Clerecía. Obviamente, los pilares del alejandrino, desde su estado primordial entre verso simple o compuesto a tenor del oído en el acto de creación instantáneo del poeta, se convertirá con el paso del tiempo, definitivamente en un verso compuesto.

Las 14 sílabas del alejandrino le vienen como anillo al dedo a 2 heptasílabos, con la única diferencia, respecto a éstos, de la pausa intermedia, detención menor que la pausa versal que se originaría si dispusiéramos los 2 heptasílabos uno debajo del otro. Así, la única diferencia entre 2 heptasílabos y un alejandrino, es la pausa intermedia. Al verso compuesto no le veo otra razón de ser, salvo que lo reduzcamos a una razón meramente visual. Parece que eso tiene poca importancia, pero, a mi juicio, el asunto de las pausas versal e intermedia, es la raíz ineludible del verso compuesto. Si no respetamos la pausa intermedia, si no se puede producir entre los versos una detención sin perder el sentido de lo que se está leyendo, en estos casos el verso se convierte automáticamente en verso simple, en el caso del alejandrino en verso tetradecasílabo.


De la niñez no guardo amable la memoria,
la vida era un enjambre de enfurecidas horas,
carencias que mataban a golpes los afectos,
silencios suspirando por ser voces un día.
Estrofa monorrítmica de versos alejandrinos yámbicos: acentuado en sílaba par (2ª y/o 4ª y
6ª).

En la niñez los sueños murieron de meninges
infectadas por virus de dogmas y consignas,
inscritos a la suerte de un bando no elegido
tras una cruel contienda de hermanas decepciones.
Estrofa casi monorrítmica, puesto que sólo difieren “infectadas” y “un” (bando…), así que bastaría con sustituir “infectadas por”, por “infectas por un”; en el caso de “un”, por “del”.

De la niñez no salvo más que cuatro venturas;
amistades fraguadas en suma de reveses,
calles que fueron aulas precoces de experiencia,
y la voraz lectura de más de mil tebeos.
Estrofa casi polirrítmica pura, es decir, salvo un isostiquio, el último o el penúltimo, los isostiquios de cada verso acentúan en lugares diferentes, luego, se origina un ritmo trepidante, realmente excepcional, con cambios de ritmo constantes después de cada pausa intermedia.



De la niñez no tengo fidedignas nociones
de que fuera aquel tiempo tan feliz como afirman,
ni la fiel certidumbre de que pronta curasen
con ternura de gestos del cariño su urgencia.
Salvo el primer isostiquio, todos son versos alejandrinos anapésticos (acentuados en 3ª y
6ª), en otra estrofa monorrítmica.


Pero a pesar de todo, cuando preso en las redes
de madurez severa, se me pudre la vida
y mi fe muere ahogada, todavía quisiera,
ahuyentando recuerdos, ser por un rato, niño.
Otra estrofa prácticamente polirrítmica pura (tercer verso monorrítmico que al presentar una sinalefa triple en el primer isostiquio, quizá ahí se prestaría a un pequeño ajuste, con lo cual mejoraría el ritmo y, además, la estrofa sería polirrítmica pura).

En fin, en mi opinión, es un lujo contar con un talento rítmico como el tuyo, como el de varios de los grandes autores del ritmo acentual que habitan en Alaire.
Decirte que me he extendido tanto porque en el foro hay varios compañeros que están adentrándose en el mundo de los versos y quisiera captar su atención sobre tu poema, ya que pienso que en él se puede aprender mucho de los alejandrinos.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por este bellísimo poema.
Un fuerte abrazo.

[Just Gafar]

Aplaudo, muerdo, estrujo este poema, que se me hace maravilloso Mario. Un gustazo pasar por tu ventana.

Abrazos

[Mario Martínez]

Así es Ramón, en nosotros siempre está latente ese querer regresar a la niñez, aunque no fuese del todo feliz. Gracias, amigo mío y un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Gracias, Orión.
Me alegra que te hayan gustado estos alejandrinos, amigo mío. Encantado de volver a saludarte. Abrazos.
Mario.

[Javier Dicenzo]

Mario justamente estoy estudiando el alejandrino, me gustaria que comentaras acerca de la tecnica, se que adjetivo mucho en los versos por eso me gustaria que me dieras un consejo para escribir mi proximo alejandrino, tal vez si utilizo menos adjetivos mejore.
un fuerte abrazo y espero tu respuesta
javier

[Mario Martínez]

Gracias Rafel.
Primero tus elogios que me halagan, aunque creo que exageras un poco (y no es falsa modestia). Y en segundo lugar por ese detenido análisis que haces, cuarteto por cuarteto de mis alejandrinos. Seguro que es una excelente escuela de aprendizaje, no por mis versos en sí, sino por la forma magistral tuya de explicarlos.
Si te digo la verdad, y aún comprendiendo todo lo que explicas, porque a pesar de considerarme autodidacta, a fuerza de tiempo uno termina aprendiendo (aunque en ocasiones no sepa explicarlo), yo jamás me fijo, cuando lo escribo, en acentuaciones, monorritmos y demás, simplemente escribo, y si luego no me gusta el ritmo o cualquier palabra o concepto, lo rectifico, es así de fácil, o así de difícil, no lo sé.
Aunque de todas maneras alguien me preguntó una vez si no había escrito ya suficientes sonetos, desde entonces intento más otras composiciones menos clásicas, pero siempre nace alguna como esta, para que las neuronas no se atrofien.
En fin, que agradecido de que te detengas así en mis composiciones, compañero. Un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Gracias Just, por tu presencia y tus halagadoras palabras. Un abrazo.
Mario.

[Borja Martínez]

Pedazo de poema, muy hermoso, magníficamente escrito, un gusto leerlo.

[Mario Martínez]

Gracias Javier.
Me alegra que te haya gustado el poema, amigo mío. Te envié un privado, pero no he recibido respuesta. Abrazos.
Mario.

[Mario Martínez]

Gracias Borja, me alegra mucho que te haya gustado el poema. Abrazos.
Mario.

[Enric Jaume]

Un gran poema, sin duda, para disfrutar de la poesía mágica. Lo tiene todo, ritmo y destreza que nos transmite y llena de emoción.

[Administración Alaire]

Por segunda vez, querido amigo Mario, los compañeros otorgan a una obra tuya, en este caso "De mi niñez", el reconocimiento como Poema de la Semana.
Nuestra más cordial enhorabuena.

[Alonso de Molina]

La niñez, un tema que no pasa desapercibido y siempre emociona;

enhorabuena Mario por este merecidísimo reconocimiento,

te mando un fuerte abrazo compañero

.