Todo lo que soñé
Moderador: Webmaster
Todo lo que soñé
Quería para ti un orden de pífanos,
cantores en la cruz de los violines,
soñaba contigo en la ribera del río más caudaloso,
rumor de agua que deja música en tu vientre.
Ansiaba templos de alabastro en tus ojos
y círculos de antracita en el borde de tus pupilas,
pensaba que las aves sonreían ajenas al mundo
con guirnaldas azules en los picos, sin memoria,
sin el lago triste de la distancia cumplida.
Te contemplé en las orillas
y en el charco de las sombras,
me refugié en espejos que nunca te vieron
para olvidar la tez de tu rostro
cuando se gira hacia el confín del silencio.
Transité tus párpados de isla,
en los pechos híbridos besé las caracolas de las sirenas,
supe del resplandor de tus enjambres,
laboriosa tu voz en el marfil,
cúspide que roza el mercurio de los montes alados
como un perfume inmortal.
Navegué noches y días,
días y noches
sobre la espuma del recuerdo
-mar en calma, olas de espanto, viento en las jarcias alegres-
con este corazón en llagas,
inventé rosarios de conchas con bivalvos escarlata,
un hilo de mimbre al cuello de tu nombre.
Vivimos en hospitales de amor,
sucumbimos a los palacios y al musgo de la tierra,
en carruajes perdidos recorrimos las rodadas del aire
en tartanas de azufre
con los jilgueros alerta como delfines núbiles.
¿Para qué el oro de la luminiscencia,
el teatro o el ardid de las bambalinas ecuestres?
Galopar sin miradas,
hostil como un argonauta
después de obtener la argenta en vez de la gloria prístina,
regresar al puerto de los atlas
donde vive la razón de la roca, y recorrer mis calles oscuras
igual que un hombre cojo
que una y otra vez trastabilla.
Pero tú ya sabes que todo lo que soñé sudaba nieve.
cantores en la cruz de los violines,
soñaba contigo en la ribera del río más caudaloso,
rumor de agua que deja música en tu vientre.
Ansiaba templos de alabastro en tus ojos
y círculos de antracita en el borde de tus pupilas,
pensaba que las aves sonreían ajenas al mundo
con guirnaldas azules en los picos, sin memoria,
sin el lago triste de la distancia cumplida.
Te contemplé en las orillas
y en el charco de las sombras,
me refugié en espejos que nunca te vieron
para olvidar la tez de tu rostro
cuando se gira hacia el confín del silencio.
Transité tus párpados de isla,
en los pechos híbridos besé las caracolas de las sirenas,
supe del resplandor de tus enjambres,
laboriosa tu voz en el marfil,
cúspide que roza el mercurio de los montes alados
como un perfume inmortal.
Navegué noches y días,
días y noches
sobre la espuma del recuerdo
-mar en calma, olas de espanto, viento en las jarcias alegres-
con este corazón en llagas,
inventé rosarios de conchas con bivalvos escarlata,
un hilo de mimbre al cuello de tu nombre.
Vivimos en hospitales de amor,
sucumbimos a los palacios y al musgo de la tierra,
en carruajes perdidos recorrimos las rodadas del aire
en tartanas de azufre
con los jilgueros alerta como delfines núbiles.
¿Para qué el oro de la luminiscencia,
el teatro o el ardid de las bambalinas ecuestres?
Galopar sin miradas,
hostil como un argonauta
después de obtener la argenta en vez de la gloria prístina,
regresar al puerto de los atlas
donde vive la razón de la roca, y recorrer mis calles oscuras
igual que un hombre cojo
que una y otra vez trastabilla.
Pero tú ya sabes que todo lo que soñé sudaba nieve.
http://laverdadazul59.blogspot.com/
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
Re: Todo lo que soñé
Me llevo el cero inmerecido de estos sueños, amigo Ramón, una barbaridad de poema que atrapa hasta llegar al último e inesperado verso.
¡Felicidades!
Un abrazo.
¡Felicidades!
Un abrazo.
Y tus ojos cerrados me escucharon desde el oblicuo fondo.
© E. R. Aristy - De su obra NOCHE BLANCA
© E. R. Aristy - De su obra NOCHE BLANCA
Re: Todo lo que soñé
!Bravo¡, amigo poeta, tú ya lo sabes, este poema es maravilloso. Mi más humildes felicitaciones.
mi web
Re: Todo lo que soñé
Ramón Carballal escribió:Quería para ti un orden de pífanos,
cantores en la cruz de los violines,
soñaba contigo en la ribera del río más caudaloso,
rumor de agua que deja música en tu vientre.
Ansiaba templos de alabastro en tus ojos
y círculos de antracita en el borde de tus pupilas,
pensaba que las aves sonreían ajenas al mundo
con guirnaldas azules en los picos, sin memoria,
sin el lago triste de la distancia cumplida.
Te contemplé en las orillas
y en el charco de las sombras,
me refugié en espejos que nunca te vieron
para olvidar la tez de tu rostro
cuando se gira hacia el confín del silencio.
Transité tus párpados de isla,
en los pechos híbridos besé las caracolas de las sirenas,
supe del resplandor de tus enjambres,
laboriosa tu voz en el marfil,
cúspide que roza el mercurio de los montes alados
como un perfume inmortal.
Navegué noches y días,
días y noches
sobre la espuma del recuerdo
-mar en calma, olas de espanto, viento en las jarcias alegres-
con este corazón en llagas,
inventé rosarios de conchas con bivalvos escarlata,
un hilo de mimbre al cuello de tu nombre.
Vivimos en hospitales de amor,
sucumbimos a los palacios y al musgo de la tierra,
en carruajes perdidos recorrimos las rodadas del aire
en tartanas de azufre
con los jilgueros alerta como delfines núbiles.
¿Para qué el oro de la luminiscencia,
el teatro o el ardid de las bambalinas ecuestres?
Galopar sin miradas,
hostil como un argonauta
después de obtener la argenta en vez de la gloria prístina,
regresar al puerto de los atlas
donde vive la razón de la roca, y recorrer mis calles oscuras
igual que un hombre cojo
que una y otra vez trastabilla.
Pero tú ya sabes que todo lo que soñé sudaba nieve.
Enorme singladura a dos teus soños, Ramón. Parabéns e grazas por tanta fermosura.
Unha aperta, meu.
xaime oroza
Re: Todo lo que soñé
Siempre es un goce transitar por tu imaginería, un pozo sin fondo de agua fresca del que me nutro junto a tu gran solidez constructiva.
Un abrazo y salud
Un abrazo y salud
Re: Todo lo que soñé
Ramón Carballal escribió:Quería para ti un orden de pífanos,
cantores en la cruz de los violines,
soñaba contigo en la ribera del río más caudaloso,
rumor de agua que deja música en tu vientre.
Ansiaba templos de alabastro en tus ojos
y círculos de antracita en el borde de tus pupilas,
pensaba que las aves sonreían ajenas al mundo
con guirnaldas azules en los picos, sin memoria,
sin el lago triste de la distancia cumplida.
Te contemplé en las orillas
y en el charco de las sombras,
me refugié en espejos que nunca te vieron
para olvidar la tez de tu rostro
cuando se gira hacia el confín del silencio.
Transité tus párpados de isla,
en los pechos híbridos besé las caracolas de las sirenas,
supe del resplandor de tus enjambres,
laboriosa tu voz en el marfil,
cúspide que roza el mercurio de los montes alados
como un perfume inmortal.
Navegué noches y días,
días y noches
sobre la espuma del recuerdo
-mar en calma, olas de espanto, viento en las jarcias alegres-
con este corazón en llagas,
inventé rosarios de conchas con bivalvos escarlata,
un hilo de mimbre al cuello de tu nombre.
Vivimos en hospitales de amor,
sucumbimos a los palacios y al musgo de la tierra,
en carruajes perdidos recorrimos las rodadas del aire
en tartanas de azufre
con los jilgueros alerta como delfines núbiles.
¿Para qué el oro de la luminiscencia,
el teatro o el ardid de las bambalinas ecuestres?
Galopar sin miradas,
hostil como un argonauta
después de obtener la argenta en vez de la gloria prístina,
regresar al puerto de los atlas
donde vive la razón de la roca, y recorrer mis calles oscuras
igual que un hombre cojo
que una y otra vez trastabilla.
Pero tú ya sabes que todo lo que soñé sudaba nieve.
No puede ser, Ramón...no sé cómo lo haces, intento explicármelo, pero es increíble, cada poema que te leo, me parece mejor que el anterior.
El anterior me gustaba mucho, en este hay una construcción mucho más sólida (Quería, Ansiaba, Te contemplé, Transité, Navegué, Vivimos) impecable...y luego llegamos a las 4 últimas estrofas que son de una emoción desbordante in crescendo...la pregunta retórica...en el aire
¿Para qué el oro de la luminiscencia,
el teatro o el ardid de las bambalinas ecuestres?
La aparición del argonauta...
para rematarse sobre sí misma...con un cierre con Mayúsculas y escalofriante...
En verdad eres un argonauta...has encontrado el vellocino de oro de la palabra.
Me gusta mucho, mucho, de verdad de la buena.
Forte aperta.
Carmen
La primera tarea del poeta es desanclar en nosotros una materia que quiere soñar.
Gastón Bachelar.
Gastón Bachelar.
Re: Todo lo que soñé
Muy buen poema, Ramón, como siempre. Lúcidos e imaginativos versos para disfrutar y aprender. Un placer leerte.
Abrazos
PIlar
Abrazos
PIlar
- Mensajes: 26110
- Registrado: Mié, 09 Abr 2008 10:21
Re: Todo lo que soñé
Ramón Carballal escribió:Quería para ti un orden de pífanos,
cantores en la cruz de los violines,
soñaba contigo en la ribera del río más caudaloso,
rumor de agua que deja música en tu vientre.
Ansiaba templos de alabastro en tus ojos
y círculos de antracita en el borde de tus pupilas,
pensaba que las aves sonreían ajenas al mundo
con guirnaldas azules en los picos, sin memoria,
sin el lago triste de la distancia cumplida.
Te contemplé en las orillas
y en el charco de las sombras,
me refugié en espejos que nunca te vieron
para olvidar la tez de tu rostro
cuando se gira hacia el confín del silencio.
Transité tus párpados de isla,
en los pechos híbridos besé las caracolas de las sirenas,
supe del resplandor de tus enjambres,
laboriosa tu voz en el marfil,
cúspide que roza el mercurio de los montes alados
como un perfume inmortal.
Navegué noches y días,
días y noches
sobre la espuma del recuerdo
-mar en calma, olas de espanto, viento en las jarcias alegres-
con este corazón en llagas,
inventé rosarios de conchas con bivalvos escarlata,
un hilo de mimbre al cuello de tu nombre.
Vivimos en hospitales de amor,
sucumbimos a los palacios y al musgo de la tierra,
en carruajes perdidos recorrimos las rodadas del aire
en tartanas de azufre
con los jilgueros alerta como delfines núbiles.
¿Para qué el oro de la luminiscencia,
el teatro o el ardid de las bambalinas ecuestres?
Galopar sin miradas,
hostil como un argonauta
después de obtener la argenta en vez de la gloria prístina,
regresar al puerto de los atlas
donde vive la razón de la roca, y recorrer mis calles oscuras
igual que un hombre cojo
que una y otra vez trastabilla.
Pero tú ya sabes que todo lo que soñé sudaba nieve.
Grato se me hizo la lectura, un excelente poema. Te felicito por ello, Saludos cordiales y buen comienzo de año.-
Se grande en tu pequeñez
que tu grandeza
no se mide con el metro.
que tu grandeza
no se mide con el metro.
Re: Todo lo que soñé
Marisa Peral escribió:Me llevo el cero inmerecido de estos sueños, amigo Ramón, una barbaridad de poema que atrapa hasta llegar al último e inesperado verso.
¡Felicidades!
Un abrazo.
Gracias por tu generosidad, Marisa. Un abrazo.
http://laverdadazul59.blogspot.com/
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
Re: Todo lo que soñé
Gustavo Cavicchia escribió:!Bravo¡, amigo poeta, tú ya lo sabes, este poema es maravilloso. Mi más humildes felicitaciones.
Gracias, Gustavo, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.
http://laverdadazul59.blogspot.com/
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
Re: Todo lo que soñé
Una maravilla Ramón de principio a fin.
El verso final, apoteósico.
Muy bueno.
Un abrazo.
El verso final, apoteósico.
Muy bueno.
Un abrazo.
Re: Todo lo que soñé
xaime oroza carballo escribió:Ramón Carballal escribió:Quería para ti un orden de pífanos,
cantores en la cruz de los violines,
soñaba contigo en la ribera del río más caudaloso,
rumor de agua que deja música en tu vientre.
Ansiaba templos de alabastro en tus ojos
y círculos de antracita en el borde de tus pupilas,
pensaba que las aves sonreían ajenas al mundo
con guirnaldas azules en los picos, sin memoria,
sin el lago triste de la distancia cumplida.
Te contemplé en las orillas
y en el charco de las sombras,
me refugié en espejos que nunca te vieron
para olvidar la tez de tu rostro
cuando se gira hacia el confín del silencio.
Transité tus párpados de isla,
en los pechos híbridos besé las caracolas de las sirenas,
supe del resplandor de tus enjambres,
laboriosa tu voz en el marfil,
cúspide que roza el mercurio de los montes alados
como un perfume inmortal.
Navegué noches y días,
días y noches
sobre la espuma del recuerdo
-mar en calma, olas de espanto, viento en las jarcias alegres-
con este corazón en llagas,
inventé rosarios de conchas con bivalvos escarlata,
un hilo de mimbre al cuello de tu nombre.
Vivimos en hospitales de amor,
sucumbimos a los palacios y al musgo de la tierra,
en carruajes perdidos recorrimos las rodadas del aire
en tartanas de azufre
con los jilgueros alerta como delfines núbiles.
¿Para qué el oro de la luminiscencia,
el teatro o el ardid de las bambalinas ecuestres?
Galopar sin miradas,
hostil como un argonauta
después de obtener la argenta en vez de la gloria prístina,
regresar al puerto de los atlas
donde vive la razón de la roca, y recorrer mis calles oscuras
igual que un hombre cojo
que una y otra vez trastabilla.
Pero tú ya sabes que todo lo que soñé sudaba nieve.
Enorme singladura a dos teus soños, Ramón. Parabéns e grazas por tanta fermosura.
Unha aperta, meu.
Grazas, Xaime. Unha forte aperta.
http://laverdadazul59.blogspot.com/
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
"El poema eres tú recomponiendo el espejo que cada día rompes".
"Comprender es unificar lo invisible".
Re: Todo lo que soñé
Hermoso y evocador trabajo, amigo Ramón.
Felicidades.
Abrazos.
Felicidades.
Abrazos.
Re: Todo lo que soñé
Ramón,
a mí me parece una pasada, un poema precioso. Evocador, original, rítmico... Me encanta como vas siempre al límite del riesgo metafórico, pero manteniendo en todo momento el contenido perfectamente asentible. La división estrófica --no habitual en ti--, contribuye también a la dosificación razonable. Creo que, partiendo de un poderoso talento puro, has ido poco a poco considerando al lector como cliente, facilitándole el acceso a tu mundo onírico.
Y a mí me encanta.
Abrazos.
a mí me parece una pasada, un poema precioso. Evocador, original, rítmico... Me encanta como vas siempre al límite del riesgo metafórico, pero manteniendo en todo momento el contenido perfectamente asentible. La división estrófica --no habitual en ti--, contribuye también a la dosificación razonable. Creo que, partiendo de un poderoso talento puro, has ido poco a poco considerando al lector como cliente, facilitándole el acceso a tu mundo onírico.
Y a mí me encanta.
Abrazos.
Re: Todo lo que soñé
Precioso poema, estimado amigo, Ramón Carballal. Enhorabuena.
Un abrazo.
BEGOÑA.
Un abrazo.
BEGOÑA.
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