Y tanto flagelarme para nada, teniendo de por medio la pereza, que suele proyectar en tu mirada, reflejos de una crónica tristeza. Siguiendo el silogismo, reventada subyace sin dudar mi fortaleza, así que no me asombra lo escaldada, que pueda resultarte mi nobleza. No injurio con mi verbo tu postura...

Me ha gustado este poema. Sólo resiento ciertas asonancias que pude notar, pero por encima de ese detalle, sale a relucir un buen manejo de la intención primigénea y del encabalgamiento. Me ha gustado mucho esta metáfora: los labios son balanza de fines personales. Un aplauso Pilar

Óyeme bien, amor, cuando te digo que no pretendo el ala de tu ocaso, dormido en el fragor de un sordo vaso para mimetizarse entre tu ombligo. Consagro lo anterior mientras consigo no desnudar mi antojo en vuelo raso; que toda proporción de nuestro caso no puede conformarse en ser tu amigo. Así que m...

Honestamente ni yo lo entiendo, porque no trato, ni me divierte la idea, ni la sangre se revuelve con la sombra en el oído. Todo se pasa, se despierta una tarde, con el collar de las almejas rayadas, sobre la boca del cuello, y se van volviendo aceitunas las horas y esas horas paren gritos de angust...

Esto es lo que yo llamo: poesía de élite. No es una poesía simplemente adornada -hastío del gongorismo- sino que el contenido es mucho más apuntalado y la verdad, en ninguno de los foros que he estado, he visto un poema con esta combinación de exactitud estética, exploración de la metafora desde dis...

Se me olvidaron tus manos... Como de cuajo dejé de verlas, amparadas en una docena de versos que te dejaba al pie de la cama. Sí, se me perdió ese cometa de tus manos, sin ovillo, sin luna, sin el regreso de los últimos días cuando tu voz ya no rasgaba en tu garganta una cascada de escarabajos verde...