Simiente amarga en campos de memoria, anarquía en la voz del pueblo llano, libertad que en la palma de la mano un día será al fin nuestra victoria. Del grito es eco la sufrida historia y la muerte el dolor que hiere en vano la voluntad que mueve el fondo arcano impetuoso en la busca de la gloria. Be...

Choqué con los sargazos en el mismo momento en que andaba mi barca adormecida, me transformé en un pez de fuego, crucé el viento como si fueran mares de la vida. Presta busqué a la muerte de bosques generosos y me encontré una tumba con hedores, desolada, sin penas, la tapia con airosos gusanos, sin...

Ya sólo me queda por cruzar este bosque de velas encendidas; sé que si atravieso sin perder el Norte, si no se desvanece mi sombra en ese contraluz, estaré a salvo. (A salvo del dolor de la palabra escrita. Son ausencias. Cada palabra dicha sin ti es una ausencia.) No es siempre, no, pero tiemblo cu...

Para nuestra patria cautiva, la libertad de morir consumida de amor. Mahmud Darwish [/i] Del mundo los silencios y la sombra abriendo las entrañas de todo cuanto habita en su infortunio. Del suelo la tibieza de una esquela el canto de las lápidas y la voz detenida a media tarde en el olvido ocioso ...

Voy a quemar despacio: el deseo, el sostenido equilibrio de tu voz, tu forma de quererme; las sombras, el enigma, y mi vestido de gala, en el árido espacio de la intemperie de tu cuerpo; también lo inevitable. Lo inevitablemente correcto, lo incorrectamente inevitable. La mentira. Lo vano. Lo que of...

Era tiempo de abrazos desatentos, de campanas inmensas que doblaban destellos de amistad cada domingo. El miedo era otra cosa... Recuerdo que corríamos por una calle estrecha, corríamos temiendo imaginarnos sujetos por el miedo: el asesino bizco del portal 19, el bastón implacable de ese viejo borra...

Los brazos duermen húmedos de mares o agonías cansados de fluir por cauces polvorientos, músculos horizontales que avanzaron persiguiendo quejidos, reposan exánimes, lanzas o espadas, tras la invasión nocturna. Los ojos se han cerrado, pero hay luceros insomnes que velan, las luces desmayadas que se...

Y llegará la muerte, tal vez en primavera, con silenciosos dedos a deshacer los nudos, a desatar los últimos empeños imposibles, a dejar en silencio y a oscuras las estancias, como velando un sueño sin inquietud, ausente de miedo y controversias. Y llegará la muerte con súbita pisada a recorrer mi c...

Escucha mi voz que te habla desde los cadáveres furtivos de las mariposas en celo, que anidan en el libro de tu vida ya vivida. Migrarán veranos y yo te seguiré amando, niña que fuiste, herida por el tiempo. Mañana las sospechas ya no estarán a tu nombre, y yo habré escrito el verso definitivo que t...

Absorbe la penumbra el desengaño de unos focos sin luz, de una condena que se desliza como la lluvia en los tejados y se amarra al origen de mis noches. Fluye la sangre del metal y una voz púrpura amanece mientras brillan los ojos ya bermejos de una serpiente blanca, palpita el escenario con la nieb...

Hablé de amor y de pronto los pájaros callaron… Me vi desde el dolor de mi camino (tan hollado de gritos, siempre extraños y ajenos a mi nombre) y me sentí las alas dormidas sobre el pecho. Luego supe que nunca había pisado sobre la tierra firme y que mi voz era un graznido bronco que nadie había en...

I Pregunta sin punto final sólo suspensivos los puntos se suspenden, ávida de llenarse se desborda. El saber no sabe ni de silencio ni de expansión, siempre huecos amurallan la pupila del niño. Deambula lejano el todo de esta parte. II Vertida en mí se vacía el cántaro. Dejo de ser me acerco al yo y...

"Desde Lugo a Viveiro se cruza una zona de montaña verde y salvaje llamada “A Gañidoira", en su descenso nos conduce a las riberas del río Landro que desemboca en la ría de Viveiro" Centellea el silencio sobre un tiempo trasnochado de caras, seco y sórdido; podrido de años quietos qu...

Este mundo
está enfermo de urgencias.

Desde el momento mismo en que nacemos
hasta el terrón final que nos arrojan,
todo tiene su tiempo
cada vez más escaso.

Y en medio de ese afán
(que no claudica)
se caen las sonrisas sin respiro
y pierde su pasar lo irrepetible.

Quiero abrigar tus huesos en la sombra de pájaros que llueven y de bocas rendidas al olvido. Dejar el verso en tierra y crecer de tus manos, de tus tímpanos hacia el origen vivo de la escarcha donde se dobla el frío en sus raíces, donde la muerte es hembra. Tanto dolor narcotizando el hielo y la pal...