El discípulo más fiel de la felicidad, yace ahora llorando junto a Billie Holiday A mí me rechazan las victorias, en estas noches idílicas mientras se acerca lo que aún no se conoce y aún sediento de condescendencia no abrigará al invierno y que mil rayos iluminan el cielo, Mientras aparto las corti...

El alma errante que nadie ve y presupone al cuerpo. Mientras se desdibuja con el paso del tiempo esa forma afilada con tiza en un suelo; ahí clavado el momento justo en el que todo falló. Siempre con el peso muerto a veces encima, a veces debajo. Siempre dentro alcanzando el ventrículo izquierdo. T...

Hallie Hernández Alfaro escribió:Una fuerza imperiosa lo consigue todo en el poema; un trabajo exquisito, Soraya.

Celebro volver a leerte; abrazos y felicidad.

Gracias por tus palabras. Un gran agrazo.

Lunamar Solano escribió:Sensible recorrido con vibrantes imágenes amiga...fuerza expresiva que sobrecoge...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muchísimas gracias.

El alma errante que nadie ve y presupone al cuerpo. Mientras se desdibuja con el paso del tiempo esa forma afilada con tiza en un suelo; ahí clavado el momento justo en el que todo falló. Siempre con el peso muerto a veces encima, a veces debajo. Siempre dentro alcanzando el ventrículo izquierdo. To...

Ana Muela Sopeña escribió:Soraya, me ha gustado mucho tu poema. Me gustan sus símbolos: la niña y el taxidermista.

He de volver
Un abrazo
Felicidades
Ana

Gracias Ana, un placer.

Moriré una noche en la que retumben fuegos artificiales entre las paredes acuosas por los lamentos del aullido de mi loba. Los taxidermistas abrirán sus manos para acoger mi corazón animal, mientras los Cristos de las iglesias no se atreven a mirarme a la cara. Pero antes, que del caos de mi sangre...

Moriré una noche en la que retumben fuegos artificiales entre las paredes acuosas por los lamentos del aullido de mi loba. Los taxidermistas abrirán sus manos para acoger mi corazón animal, mientras los Cristos de las iglesias no se atreven a mirarme a la cara. Pero antes, que del caos de mi sangre...

El amor, la gran infección glorificada. Benditos los amantes petulantes, los "sí" susurrados, que son como un acto magullado. Benditos los no amados, que cobijan entre sus brazos huesos desquebrajados. Benditos también los ciegos, que con sólo el tacto, descubren la espina en la belleza, ...

Guillermo Cuesta escribió:Yo diría que a tu poema le falta corazón y que le sobra pena y otras singladuras para poder ser bendecido por tu inspiración.

Un a brazo

La pena es fuerza, lamento que no haya sido de tu agrado, Guillermo. Abrazos.

Carmen Pla escribió:Engarza y quema y sin duda se busca, tenaz y firme como la explícita belleza de tu poema.
Me ha gustado mucho, Soraya.
Abrazo

Gracias Carmen, es un honor.

Magnífico, Soraya; un poema digno, alto y brillante. La idea del bacilo que produce esa ceguedad un poco divina, la fiebre, que no por común, es menos rara. Y la otra cara de la moneda.. que rompe sin compasión. Hay en estos versos un sino fuerte, un algo trascendental. Felicitaciones sinceras y un...

Salud Arenas escribió:Bendito amor, que nos engarza,
Bonito poema
Salud

Muchísimas gracias! Abrazos

Un Poema que tiene muchas cosas interesantes, Soraya. Consigues, desde la dispersión de ideas, homogeneizar el conjunto. Desde ese contexto, el cierre es genial porque nos sitúa en ese punto donde hasta el dolor es un consuelo. Un Poema salpicado de versos brillantes, como ese afluente de la pérdid...

El amor, la gran infección glorificada. Benditos los amantes petulantes, los "sí" susurrados, que son como un acto magullado. Benditos los no amados, que cobijan entre sus brazos huesos desquebrajados. Benditos también los ciegos, que con sólo el tacto, descubren la espina en la belleza, t...